Todo el mundo debería esforzarse por mostrar un poco más de amabilidad con los demás.

¿Qué es la amabilidad?

La amabilidad es ser amable, generoso y considerado con los demás y con uno mismo. Ser amable a menudo requiere valor y fuerza, ya que implica la voluntad de celebrar y prestar atención a otra persona. También consiste en dar una respuesta sincera cuando hacerlo es útil para la otra persona. Además, la amabilidad incluye actuar y hablar de forma compasiva con los demás y con uno mismo. Sin embargo, no hay que confundir la amabilidad con la debilidad. Se puede ser amable y seguir teniendo límites. No es un sustituto para evitar conversaciones difíciles o para defenderse. Simplemente sé amable cuando te encuentres en esas situaciones. Piensa: «¿Cómo me gustaría que me trataran si estuviera en X situación?».

Por qué es buena la amabilidad

Cada acto de amabilidad está cambiando la forma en que nos vemos a nosotros mismos y a los demás, así como la forma en que los demás nos ven. A medida que nuestra amabilidad afecta positivamente a los demás, nos sentimos más compasivos, seguros, útiles y en control. También nos sentimos más agradecidos y optimistas. Además, no hay nada tan gratificante como devolver algo a los demás. La bondad y la generosidad pueden cambiar el mundo. Además, un pequeño acto de compasión puede tener un impacto significativo en la vida de alguien, incluida la tuya.

Los beneficios de la amabilidad

Desde ser amable con tu pareja, familia, amigos y colegas, así como con los extraños, la amabilidad tiene muchos beneficios. Incluso en los negocios, la amabilidad es una herramienta increíblemente poderosa para construir su negocio, retener a sus clientes y atraer referencias.

• Trae felicidad
• Trae felicidad a los demás
• Mejora las relaciones
• Aumenta el bienestar mental y emocional
• Libera las hormonas del bienestar

.hormonas del bienestar

• Alivia la ansiedad
• Reduce el estrés
• Es bueno para el corazón
• Puede ayudarte a vivir más tiempo
• Puede prevenir enfermedades
• Puede ralentizar el proceso de envejecimiento

Cómo ser amable

Hay muchas formas diferentes de practicar la amabilidad. Lo principal es abrir los ojos y ser activo cuando veas a personas necesitadas. Una palabra amable, una sonrisa, abrir una puerta o ayudar a llevar una carga pesada pueden ser actos de amabilidad. Enviar una nota de agradecimiento, ayudar a un vecino anciano y negarse a cotillear son actos de bondad. Además, la bondad engendra bondad. Así, cuando eres amable con los que te rodean, ellos a su vez serán amables contigo. Sin embargo, nunca debes ser amable con la expectativa de recibir algo a cambio. En su lugar, incorpora los más pequeños actos de amabilidad en tu vida diaria.

Si podemos aprender a tratarnos a nosotros mismos y a los demás con más compasión, quizá descubramos que los resultados superficiales que buscamos son menos importantes de lo que creíamos.