¿Por qué es tan importante conservar la energía?
La energía se ha convertido en parte integrante de nuestra vida cotidiana. La utilizamos para iluminar nuestros hogares, hacer funcionar maquinaria y equipos industriales, cocinar alimentos, reproducir música, alimentar una amplia gama de aparatos, etc. Sin embargo, el consumo excesivo de energía es caro, por no mencionar que es perjudicial para el medio ambiente. Por suerte, hay varias maneras de reducir el consumo de energía sin dejar de disfrutar de todos sus beneficios. He aquí por qué es tan importante conservar la energía:
Es bueno para el medio ambiente
A medida que el sector energético sigue prosperando, se liberan muchos residuos al medio ambiente. El carbón y otros combustibles fósiles se queman a menudo para producir energía y, en el proceso, se emiten diferentes tipos de gases y partículas residuales al medio ambiente. Si no controlamos los niveles de estas toxinas, pueden contaminar el medio ambiente y afectar también a nuestra salud. La conservación de la energía ayuda a reducir la huella de carbono en el universo. La conservación de la energía debe comenzar desde el ámbito doméstico. Para empezar, un hogar típico puede reducir el consumo de energía hasta en un 30% simplemente instalando electrodomésticos de alta eficiencia energética.
Ahorra dinero
Con las facturas de los servicios públicos cada vez más elevadas, es lógico que todo el mundo quiera ahorrar lo máximo posible. La conservación de la energía puede ayudarte a conseguirlo. Empieza por invertir en electrodomésticos, bombillas y sistemas de calefacción de bajo consumo. Esto le permitirá ahorrar en sus facturas de energía hasta un 25-30%. Es importante comparar y cambiar de tarifa energética. La mayoría de las ofertas de energía fijas duran unos tres años, lo que significa que si no tomas medidas cuando expiran, lo más probable es que pases automáticamente a la tarifa estándar de la compañía, que no siempre es la más barata. Cambiar de proveedor de energía puede suponer un ahorro de hasta 390 libras esterlinas al año en la factura de la luz.
Previene la destrucción de hábitats
La industria energética se asocia a menudo con la fragmentación de la tierra, que puede separar a los animales de sus hábitats naturales. La construcción de presas, la tala de bosques y la excavación de carbón son algunas de las formas en que destruimos los hábitats naturales. Podemos combatir significativamente la pérdida de hábitats mediante la conservación de la energía. Una buena manera de empezar es aprovechar los recursos naturales y utilizarlos de forma que se minimice la destrucción de los hábitats. Las normas de conservación de la energía suelen abordar estas cuestiones a nivel político en beneficio de los hábitats naturales.
Combate el cambio climático
La mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero es la industria energética. Por lo tanto, el sector energético debe encabezar los esfuerzos mundiales para combatir el cambio climático. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha llevado a cabo varias evaluaciones sobre el impacto del consumo de energía en los hogares, las industrias, el transporte, los edificios y muchas otras áreas, y ha recomendado la conservación de la energía como la principal estrategia para lograr el objetivo climático mundial. Según el acuerdo de París, la temperatura media mundial debe limitarse a menos de 2 °C por encima de los niveles preindustriales.
Mejora la calidad de vida
Una forma de conservar la energía es optimizar su uso. Al hacerlo, puede aumentar los niveles de confort en su hogar, lo que a su vez ofrece notables beneficios para la salud. Por ejemplo, una ventilación adecuada en su hogar evita la acumulación de contaminantes en el interior. Esto reduce el riesgo de ciertos problemas de salud, como alergias, sarpullidos, dolores de cabeza, sinusitis y asma.
Autor
- Manisha Patel
Editora digital del Fintech Times