Descubre por qué 30 segundos más al inicio de tu rutina de afeitado pueden marcar la diferencia en tu rostro.

¿Estás harto de las quemaduras de la cuchilla, la piel seca y la irritación? La ciencia al rescate. Con los consejos del experto en afeitado y genio de los productos, Fadi Mourad, vamos a explicarte la rutina ideal antes del afeitado, explicando (¡con ciencia!) cómo hacer que tu afeitado sea mejor para tu cara.

De acuerdo, genio, estoy bastante seguro de que ya sé cómo afeitarme. ¿Qué crees que necesito saber?
¡Algunas cosas, en realidad! Todos los tíos tienen su rutina de afeitado habitual – ya tienes el ritmo, estás bastante contento con los resultados, no terminas cada afeitado como Kevin McCallister – pero dedicando sólo unos segundos más antes de empezar a afeitarte, puedes hacer que tu afeitado sea mucho más suave, con menos irritación para tu piel.

Ok, te escucho. Pero te escucho con escepticismo.
¡Bastante bien! Lo primero es lo primero, métete en una ducha caliente para abrir esos poros, y de paso lávate bien la cara. Tienes que eliminar todo lo que vaya a crear fricción -que es lo que causa la quemadura de la cuchilla- cuando deslizas la cuchilla por tu cara. Eso incluye la suciedad y la mugre que se ha quedado atrapada en los poros, así como las células muertas de la piel.

¿Y si me gusta afeitarme antes de ducharme?
Eso también funciona bastante bien. Ya te lavas -o al menos mojas- la cara antes de afeitarte, ¿verdad? Así que sólo tienes que asegurarte de que el agua está caliente y de que te estás exfoliando bien. Hablando de eso, dondequiera que te laves la cara, vale la pena considerar un limpiador exfoliante (esos que tienen perlas diminutas). Actúan como un quitanieves para tu piel, apartando la piel muerta para que la maquinilla de afeitar pueda deslizarse con más suavidad.

Todo esto parece mucho trabajo.
En realidad no, ya te estás lavando la cara primero de cualquier manera; esto sólo lo hace más efectivo. Y sólo debería añadir unos segundos, así que no es como si se añadiera todo un paso extra.

Bien, chico listo. ¿Qué pasa si no me lavo la cara antes de afeitarme?
¡Entonces esperamos que te guste la quemadura de la cuchilla! En serio, el agua caliente es muy importante, ya que ablanda los pelos. Si además te exfolias, aún mejor, ya que eso levanta el vello. Piénsalo: si los pelos están pegados a la cara cuando te afeitas, la cuchilla va a tirar de ellos en lugar de cortarlos limpiamente.

Y esto importa porque…
Importa porque cada vez que tiras de esos pelos, se vuelven a meter en la piel, dejándote con un montón de dolorosos y feos pelos encarnados. Nadie tiene tiempo para eso.

Bien, lavarse correctamente es bueno, lo entiendo. Al menos no has empezado a hablar de aceites y lociones y esas cosas.
*Esconde los aceites y las lociones detrás de la espalda, silbando inocentemente*

¡Lo sabía!
¡Escúchanos! ¿Sabías que la crema de afeitar es básicamente un lubricante?

Uh…¿bien?
¡No, lo es! Te pones crema de afeitar o mantequilla de afeitar porque actúa como una barrera resbaladiza entre la maquinilla de afeitar y tu piel, lo que significa menos fricción, y menos daño a tu cara. Además, absorbe los pelos y los suaviza para que el afeitado sea más fácil. Y no tengas miedo de lubricarte de verdad: Si no aplicas suficiente aceite o crema, acabas ejerciendo presión para conseguir un afeitado más apurado, porque la cuchilla no se desliza por la cara como debería. Esa presión es una de las principales causas de irritación y enrojecimiento.

Ya uso crema de afeitar, así que ¿cuál es la parte nueva aquí?
¿Recuerdas que dijimos que mucha lubricación es buena? Para algunas personas, esa capa no es suficiente. Si tienes un vello facial bastante grueso y áspero, o una piel sensible con tendencia al enrojecimiento y la irritación, aplicar un aceite para barba antes de tu espuma de afeitar habitual puede suponer una gran diferencia. Doble lubricación, doble suavidad, doble calidad de aniquilación del vello facial de tu maquinilla de afeitar.

¿Así que hay un paso adicional?
Bueno, técnicamente. Pero es un paso que probablemente lleve menos de diez segundos completar.

Supongo que suena bastante factible, si significa que mi cara se ve mejor como resultado.
¡Ese es el espíritu! La preparación es siempre la clave del éxito, incluso cuando eso significa untar tu cara con montones y montones de lubricante. ¡Ahora ve a por ellos, chico del lubricante!

No vuelvas a llamarme así.
Lo siento.