Por qué deberías ser tu propio jefe: 10 razones por las que deberías trabajar para ti mismo
Imagina una vida en la que puedas vivir bajo tus propios términos, tener la libertad de elegir cómo pasar tu tiempo y los proyectos en los que trabajas. Con suficiente planificación, paciencia y determinación, esta situación puede ser la tuya.
Afrontémoslo: todos hemos tenido un trabajo que nos chupaba la vida. La rutina diaria de trabajar para una empresa que realmente no te importa es agotadora.
Si bien el trabajo por cuenta propia puede ser un trabajo duro, ya que viene con sus propios problemas, estresores y contratiempos, la sensación de logro y el orgullo que obtendrás de él vale la pena la inversión. Echa un vistazo a estas 10 razones por las que deberías empezar hoy mismo:
La flexibilidad de trabajar en cualquier lugar
Puedes elegir tu lugar de trabajo; una semana puedes estar sentado en la playa de Grecia con tu portátil, mientras que la siguiente puedes estar navegando por los mares de México. Con los avances tecnológicos actuales, es posible trabajar desde casi cualquier lugar.
Trabaja en lo que te gusta
Richard Branson nos recuerda que «alrededor del 80% de tu vida la pasas trabajando. Quieres divertirte en casa; ¿por qué no ibas a divertirte en el trabajo?». Si odias tu trabajo, tu negatividad se trasladará a tu vida personal, haciéndote sentir cansado y desmotivado. La vida es demasiado corta para perder el tiempo haciendo cosas que odias. Sé un emprendedor y que te paguen por hacer algo que realmente disfrutas.
Tienes la oportunidad de crear puestos de trabajo
No hay mayor logro que ser capaz de apoyar a otros. Si creas una pequeña empresa, es probable que en algún momento necesites contratar a personas para que hagan los trabajos que ya no tienes tiempo de hacer tú mismo. Como resultado, ayudarás a otros a pagar sus facturas, a alimentar a sus familias y a ganarse la vida de forma decente.
Elige cuánto dinero ganas
Trabajar por cuenta ajena realmente limita tu capacidad de ganancia y, lamentablemente, la mayoría de las empresas esperan que trabajes más que nunca sin ningún incentivo adicional. Por qué aguantar esto cuando puedes trabajar igual de duro pero cosechando recompensas económicas por tus esfuerzos? Tu capacidad de ganancia es ilimitada cuando trabajas para ti mismo.
No tienes que rendir cuentas a nadie
Es probable que, en algún momento de tu vida profesional, hayas tenido un jefe que socavó todas tus decisiones. Esta situación es tóxica y suele provocar que pierdas la confianza en ti mismo, la autoestima y, sobre todo, la motivación. Cuando trabajas para ti mismo, tú mandas. Como resultado, serás más creativo, decidido y motivado.
Te volverás más resistente
Trabajar para ti mismo requiere mucha determinación para superar las barreras y los contratiempos. Sin embargo, con el tiempo aprenderás y crecerás de esos contratiempos; aprenderás lo que funciona y lo que no. Se volverá más sabio y más resistente tanto en su negocio como en su vida personal. Cualquier empresario de éxito le dirá que al enfrentarse al fracaso, el camino hacia el éxito se hace más claro.
Desarrollará la autodisciplina
Emprender es una aventura estresante: la flexibilidad del entorno de trabajo puede ser peligrosa sin la suficiente autodisciplina. Al no tener una hora de inicio fija, eres libre de trabajar en pijama, pero la ausencia de una rutina puede ser perjudicial; demasiada comodidad puede reducir la productividad. En lugar de volverse perezoso, desarrolle la autodisciplina sentándose y elaborando una rutina.
Puede vivir una vida más significativa
En última instancia, la felicidad de la vida laboral proviene de hacer cosas significativas. Todos queremos trabajar para un propósito o una causa que valga la pena y saber que nuestro trabajo realmente está marcando la diferencia. Trabajar para ti mismo te permitirá definir lo que es significativo para ti.
Desarrollarás el sentido de los negocios
La mayoría de los trabajos diarios tienen tareas establecidas, y a menudo, se trata de hacer repetidamente lo mismo. Esto no sólo es aburrido, sino que además no te enseña nada nuevo. Convertirse en empresario requiere que uses muchos sombreros: desarrollo de productos, marketing, ventas, servicio al cliente, contabilidad, etc. Con el tiempo desarrollarás poco a poco un agudo sentido de los negocios, lo que hará que te conviertas en un empresario más seguro y exitoso.
Dejarás un legado tras de ti
Trabajar para ti mismo es una aventura. Te proporcionará grandes historias que contar, sabiduría que impartir y una razón para que la gente te recuerde y respete.
Foto: Wolf of Wall St