Perfil: Joko Widodo
Joko Widodo fue elegido presidente de Indonesia en julio de 2014, en una victoria que marcó un cambio radical en la política del país.
Contrastando con los anteriores líderes del país, que procedían de la élite política y militar, el Sr. Widodo -más conocido como Jokowi- se presentó en 2014 con una plataforma anticorrupción de «hombre del pueblo», prometiendo luchar contra la pobreza y acabar con el nepotismo y la intolerancia. Ganó con contundencia.
Pero la carrera no ha terminado. Widodo volverá a presentarse a las elecciones este año contra su rival de siempre, Prabowo Subianto.
Cinco años después de la última campaña, su imagen de «uno de los nuestros» ha perdido parte de su brillo.
Sube a la cima
Nacido en 1961 en Solo, una ciudad en el centro de Java, Widodo es hijo de un vendedor de madera.
El fabricante de muebles comenzó su carrera política con el Partido Democrático de Lucha de Indonesia (PDIP) cuando fue elegido alcalde de Solo en 2005.
El Sr. Widodo se postuló entonces para ser gobernador de Yakarta, obteniendo una contundente victoria en 2012.
Se le consideraba empático con los pobres y su popularidad creció gracias a medidas como la reubicación de los habitantes de los barrios marginales y el impulso a las pequeñas empresas.
Se presentó por primera vez a la presidencia con una plataforma para acabar con la corrupción, el nepotismo y la intolerancia, e impulsó la inversión en educación, la meritocracia y un mayor uso de la tecnología en el gobierno.
En la toma de posesión de Widodo, en octubre de 2014, hizo un llamamiento al espíritu de unidad y al trabajo duro, y prometió restaurar el orgullo nacional, así como construir una presencia marítima más fuerte.
Religión y resistencia
La administración de Widodo tuvo un comienzo algo inestable.
Los críticos advirtieron que le faltaba experiencia en política nacional y relaciones internacionales.
Su gobierno se apresuró a adoptar algunas políticas, como la prohibición de la venta de alcohol en pequeños comercios y la obligación de que los trabajadores extranjeros dominaran el indonesio, para luego dar marcha atrás debido a su impopularidad o inviabilidad.
La primera controversia internacional de Widodo se produjo en abril de 2015, cuando se enfrentó a la presión mundial para indultar a dos miembros australianos de la red de contrabando de drogas de los Nueve de Bali, que se enfrentaban a penas de muerte.
Se negó, diciendo que una postura de línea dura contra las drogas era necesaria para proteger a Indonesia.
En los últimos años, el Sr. Widodo ha impulsado el avance de la infraestructura de Indonesia, construyendo carreteras, presas y ferrocarriles.
- Por qué el próximo líder de Indonesia necesitará a China
Pero para lograrlo, ha dado la bienvenida a la inversión china y ha aceptado préstamos y asociaciones con empresas extranjeras.
Su rival, Prabowo, le ha acusado de vender el país a los extranjeros, y los legisladores de la oposición afirman que Indonesia se enfrenta a una afluencia de trabajadores chinos.
Una larga y ocasionalmente violenta historia de sentimiento antichino significa que se trata de cuestiones polémicas, especialmente en un año electoral.
En los últimos años, Indonesia ha visto cómo los grupos religiosos conservadores se hacen oír cada vez más.
El exgobernador de Yakarta y aliado de Widodo, Basuki Tjahaja Purnama, más conocido como Ahok, fue acusado de blasfemia por los comentarios que hizo durante un discurso preelectoral en septiembre de 2016.
Después de concentraciones masivas en las calles, fue encarcelado durante dos años, lo que se considera un revés para la tolerancia religiosa.
El Sr. Widodo ha demostrado que es claramente consciente de esta tendencia al alza, y ha estado trabajando duro para mostrar sus credenciales islámicas.
Aunque él mismo se ha mostrado como un moderado religioso, sorprendió a muchos al elegir a Ma’ruf Amin como su compañero de fórmula para las elecciones de 2019.
Es un poderoso clérigo que jugó un papel clave en las protestas que llevaron a la caída de Ahok.
La maniobra se ha visto como un intento de inclinar a su favor a los votantes musulmanes más conservadores, pero puede haberle hecho perder algo de apoyo entre los votantes más jóvenes y liberales.