No te tomes la infidelidad como algo personal. Es la ciencia.
Cuando tu pareja te engaña, casi nunca se trata de ti. Usted puede ser un cónyuge cariñoso, y su cónyuge infiel puede quererle mucho. Los estudios sugieren que la gente engaña por razones complicadas. Puede que esto no sea un gran premio de consolación para los maridos y esposas despechados, pero seguro que da lugar a una fascinante investigación científica y puede proporcionar una medida de consuelo.
Éstas son las razones por las que la gente engaña, según la ciencia:
No significa que sean infelices
Si bien es cierto que algunas personas engañan para escapar de relaciones infelices, los expertos comienzan a sospechar que se trata de la excepción, más que de la regla. La experiencia clínica sugiere que la mayoría de los infieles están, de hecho, tratando de escapar de algo totalmente distinto: de embarcarse en un viaje (equivocado e hiriente) de autodescubrimiento, o de búsqueda de alguna identidad perdida. «Para estos buscadores, la infidelidad es menos probable que sea un síntoma de un problema, y más bien una experiencia expansiva que implica crecimiento, exploración y transformación», escribió la psicoterapeuta Esther Perel en The Atlantic.
Los calentólogos suelen culpar a los matrimonios infelices de su infidelidad debido a un sesgo cognitivo conocido como el «efecto farola», en el que un hombre intoxicado busca sus llaves perdidas, no donde las dejó caer, sino donde está bien iluminado. «El problema es que, a diferencia del borracho, cuya búsqueda es inútil, siempre podemos encontrar problemas en un matrimonio», explica.
«Sólo que pueden no ser las llaves adecuadas para desentrañar el sentido del asunto.»
Tiene poco que ver con su aspecto o personalidad
La mayoría de los hombres y mujeres que engañan informan de que su cónyuge es más atractivo que la persona con la que fueron infieles, según una encuesta (ciertamente cuestionable) de Victoria Milan, un sitio web para personas que buscan engañar. Tras preguntar a más de 4.000 usuarios sobre los detalles de su infidelidad, descubrieron que muchos hombres pensaban que sus parejas originales eran superiores también en otros aspectos: sólo el 25 por ciento de los hombres dijo que sus amantes también eran más interesantes.
Típicamente se trata de una oportunidad
No hay un solo tipo de infiel y las parejas mayores y jóvenes, casadas y no casadas, y las parejas con y sin hijos tienen tasas comparables de infidelidad, reveló una encuesta anónima encargada por MSNBC. Sin embargo, los datos indican que la mayoría de los infieles tienen una cosa en común: se les presentó la tentación de engañar. Otro estudio de 423 personas, publicado en The Journal of Sex Research, descubrió que los hombres y las mujeres suelen ser infieles por razones oportunistas similares, como «la gente me estaba coqueteando» y «la otra persona estaba realmente ahí para mí». Sin duda, hace falta algo más que estar en el lugar equivocado en el momento equivocado para cruzar la línea de la infidelidad, pero la oportunidad parece importar más que cualquier otra cosa.
Podría tener mucho que ver con la infancia del infiel
Hay pruebas de que cuando alguno de los miembros de una relación muestra un estilo de apego ansioso (caracterizado por el miedo al rechazo o al abandono), es más probable que sea infiel. Esto tiene cierto sentido en el contexto de la teoría del apego, y un puñado de estudios han confirmado que los estilos de apego individuales formados en la infancia y la niñez temprana pueden tener impactos duraderos en las relaciones románticas. Como dicen los autores de un estudio sobre el tema «estos procesos son, en gran medida, espontáneos y sin esfuerzo, y pueden estar en cierto modo moldeados por la biología y/o las experiencias de la primera infancia».
Es muy poco lo que podrías haber hecho para evitarlo
No hay mucho que puedas hacer para evitar que tu pareja te engañe. La mayoría de las estrategias de protección de la pareja observadas en los seres humanos no funcionan especialmente bien y rozan el comportamiento abusivo: controlar los comportamientos del cónyuge, aislarlo de los demás, espiarlo, acecharlo, amenazarlo con la infidelidad, manipularlo emocionalmente, degradar a los competidores, amenazarlo y ponerse violento. Si algo funciona es enfatizar el amor y el cuidado, ser un buen proveedor, mantener su apariencia física y otros comportamientos que las parejas felices y sanas realizan, independientemente de la amenaza de infidelidad.
La conclusión es aleccionadora, pero sencilla. La mejor manera de prevenir la infidelidad es hacer lo que una pareja sana haría de todos modos. Y la mejor manera de entender la infidelidad de la pareja es llegar a la conclusión científica: probablemente no sea su culpa.