¿Los vegetarianos sudan más que los omnívoros?
Al principio de su carrera, el difunto cofundador de Apple, Steve Jobs, aceptó un trabajo de 5 dólares por hora en Atari, y enseguida asqueó a sus compañeros de trabajo.
Aunque el ingeniero jefe de Atari «vio algo en él», los compañeros de oficina de Jobs pronto también olieron algo en él: el olor corporal. Jobs creía que su dieta vegetariana evitaba el olor corporal, por lo que se bañaba con menos frecuencia que el omnívoro medio. El olor corporal resultante hizo que el director general de Atari asignara a Jobs el turno de noche, en el que era el único trabajador de las instalaciones.
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La teoría de Jobs de que ser vegetariano le hacía oler mejor pudo parecer errónea en su momento, pero los investigadores sostienen que podría haber algo de razón. Resulta que los vegetarianos no tienen un sudor más oloroso que los omnívoros. De hecho, probablemente huelen mejor.
Un estudio publicado en el Journal of Chemical Senses en 2006 descubrió que comer carne afectaba al modo en que los participantes olían a los demás. El pequeño estudio, diseñado para comprobar el efecto del consumo de carne roja en el atractivo del olor corporal, pidió a 17 participantes masculinos que siguieran una dieta con o sin carne durante dos semanas. Durante las últimas 24 horas de la dieta, los participantes llevaban almohadillas para recoger el olor corporal. Estas muestras fueron calificadas por 30 participantes femeninas en función de diversos factores, como el carácter agradable, la masculinidad, el atractivo y la intensidad. Un mes después, se repitió el proceso con los mismos participantes; sin embargo, cada participante masculino siguió la dieta opuesta a la anterior.
El estudio descubrió que el sudor de los participantes que seguían una dieta vegetariana olía más apetecible que el de los que no lo hacían. Las muestras de olor corporal de los no consumidores de carne fueron calificadas como más atractivas, más agradables y menos intensas. Esto sugiere que el consumo de carne da lugar a un sudor más oloroso.
Tenga en cuenta, sin embargo, que ciertos alimentos tienen olores tan potentes que pueden liberarse a través de los poros durante -y después- del proceso digestivo. El ajo, el comino y el curry, por ejemplo, son especialmente potentes.
También está el hecho de que a veces, el sudor simplemente apesta. Hay dos tipos de sudor: ecrino y apocrino. El ecrino es exudado por las glándulas sudoríparas ubicadas en todo el cuerpo y normalmente no tiene un olor fuerte. El sudor apocrino, en cambio, procede de las glándulas sudoríparas situadas debajo de los brazos, alrededor de la ingle y en las manos y los pies. Está lleno de grasas y proteínas, que son engullidas por las bacterias que viven en la piel. El subproducto resultante es un residuo bacteriano que da al sudor su olor característico.
Así que tanto si eres vegetariano, omnívoro o algo intermedio, las duchas regulares y una aplicación diaria de desodorante pueden contribuir en gran medida a las relaciones positivas con los que te rodean.
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