Los científicos desvelan el mayor mapa tridimensional del universo jamás visto
Tras cinco años de escudriñar en lo más profundo del espacio, los investigadores han publicado lo que llaman el «mayor mapa tridimensional del universo» jamás visto. No, no puedes ver tu casa.
El alucinante mapa es el resultado de un proyecto en curso llamado Sloan Digital Sky Survey (SDSS), una ambiciosa búsqueda internacional para cartografiar la expansión del universo observable y, con suerte, resolver algunos enigmas cósmicos en el proceso. Con esta nueva actualización, el proyecto ha cartografiado y medido más de 2 millones de galaxias, que van desde nuestra Vía Láctea hasta objetos antiguos situados a más de 11.000 millones de años luz.
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El nuevo y detallado mapa ayudará a los astrónomos a reconstruir un turbio periodo de la expansión del universo conocido como «la brecha».
«Conocemos bastante bien tanto la historia antigua del universo como su historia de expansión reciente, pero hay una problemática brecha en medio de 11.000 millones de años», dijo en un comunicado Kyle Dawson, cosmólogo de la Universidad de Utah e investigador principal del proyecto. «Durante cinco años, hemos trabajado para rellenar ese hueco».
El hueco comienza unos cuantos miles de millones de años después del Big Bang. Los científicos son capaces de medir el ritmo de expansión del universo antes de esto gracias al fondo cósmico de microondas -una antigua radiación sobrante de la infancia del universo que los investigadores aún pueden detectar-; y pueden calcular la expansión reciente midiendo cómo la distancia entre la Tierra y las galaxias cercanas aumenta con el tiempo. Pero la expansión en el periodo medio se ha estudiado poco porque la luz de las galaxias situadas a más de unos cientos de millones de años luz puede ser increíblemente tenue. Para llenar este vacío, un equipo de más de 100 científicos de todo el mundo observó no sólo las galaxias distantes, sino también los cuásares brillantes (objetos extremadamente luminosos alimentados por los agujeros negros más hambrientos del cosmos).
La clave de este estudio es un fenómeno llamado desplazamiento al rojo, un proceso por el cual la luz de las galaxias más antiguas y distantes es literalmente estirada por la expansión del universo, aumentando su longitud de onda y desplazándola hacia el extremo más rojo del espectro. Como resultado de este cambio de color cósmico, las fuentes de luz distantes aparecen más rojas, mientras que las más cercanas a la Tierra se ven más azules (se puede ver este fenómeno ilustrado en los mapas del equipo arriba).
Para calcular la tasa de expansión cósmica hace 11.000 millones de años, el equipo midió el desplazamiento al rojo de millones de objetos distantes junto con sus velocidades, una medida que muestra cuánto está siendo tirada una galaxia por la gravedad de otra materia a su alrededor. Los resultados del equipo, que se describen en 23 nuevos estudios publicados el 20 de julio, muestran que el universo comenzó a expandirse a un ritmo mayor hace unos 6.000 millones de años, tras un periodo de desaceleración.
Los científicos atribuyen la expansión del universo a una misteriosa fuerza llamada energía oscura, aunque nadie está totalmente seguro de qué es o dónde existe. Encuestas como ésta ayudan a los científicos a delimitar mejor las propiedades de la energía oscura, dijeron los investigadores, aunque sigue estando lejos de entenderse. La solución a ese enigma tendrá que esperar a otro día… esperemos que uno no muy lejano de miles de millones de años.
Publicado originalmente en Live Science.
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