Todos los países tienen leyes. Algunas tienen sentido, otras no, y otras son propias del país que las habita. Japón es una nación de leyes y las respeta mucho, así que aquí te presentamos algunas singulares a las que debes prestar atención.

Los residentes extranjeros deben llevar su identificación en todo momento

Para los extranjeros que decidieron hacer de Japón su hogar, una vez que se registran, se les entrega una forma de identificación emitida por el gobierno con su nombre y foto llamada tarjeta de residencia, tarjeta zairyu en japonés, que proporciona información sobre ellos, incluyendo su dirección y situación laboral. Por ley, la policía tiene derecho a pedírsela en cualquier momento y lugar. Independientemente de su estatus de vida, los extranjeros que sean sorprendidos sin ella se arriesgan a ser deportados. Nunca querrás salir de casa sin esta tarjeta!

Los vigilantes del peso

Los japoneses tienen una dieta sorprendentemente sana, pero está prohibido el sobrepeso para hombres y mujeres de 40 años. Parece chocante viniendo del país que inventó la lucha de sumo, pero aquí es ilegal estar gordo. Según la llamada «Ley Metabo», todos los hombres y mujeres mayores de 40 años no pueden tener una cintura que mida más de 90 cm (35 pulgadas) respectivamente. La ley no castiga a los individuos. Pero las empresas y oficinas gubernamentales pueden enfrentarse a multas y sanciones por tener personal con sobrepeso.

No te atrevas a malgastar un céntimo

En Japón, es ilegal tirar o dañar el dinero. Aunque es difícil imaginar a alguien haciendo esto, hay algunos casos de personas que tiran grandes cantidades de dinero a la basura. La pena incluye una multa de 200.000 JPY o un año de cárcel. (Sinceramente, ¿qué tan difícil puede ser encontrar una obra de caridad local en algún lugar)?

Todos pedimos a gritos un helado, pero no en nuestro correo

Puede ser algo hilarante, pero es ilegal colocar helados en los buzones. Tras un acto realizado en 2006 por un cartero, se convirtió en un delito ilegal en el que los autores pueden enfrentarse a la cárcel y a una multa de 500.000 yenes. Porque el helado es demasiado bueno para desperdiciarlo.

Desde hace tiempo se sabe que para hacer leyes hay que pasar por un largo proceso. Al fin y al cabo, toda sociedad existe gracias a las normas y el orden, y Japón no es una excepción. Así que cuando viajes a Japón, obedece la ley.