Las cinco mejores maneras de manejar la presión en el trabajo
La presión forma parte de cada día, ya sea un pequeño inconveniente ordinario o una abrumadora carga personal o profesional que se prolonga durante semanas, meses y quizás años. Pero sólo una pequeña parte de la vida está dictada por lo que te sucede, la gran mayoría de la vida está dictada por cómo manejas lo que te sucede. Este principio también se aplica a la presión; es inevitable, así que su impacto viene dictado por cómo reaccionas ante ella. He aquí cinco formas saludables y productivas de responder a la presión:
Prioriza
Si te enfrentas a una fuente importante de presión: un proyecto, una crisis personal, etc., en lugar de pensar en toda la situación y agobiarte, empieza inmediatamente a dividir las cosas en pasos, y determina lo que hay que hacer ahora mismo y lo que puede esperar. A continuación, determina lo que hay que hacer primero, segundo y tercero. Dividir una situación mayor en tareas más pequeñas hará que una situación abrumadora sea factible, y a medida que vaya tachando estas cosas de su lista de tareas pendientes ganará en compostura y conseguirá controlar las cosas.
Fomentar respuestas saludables
Cuando estamos estresados y abrumados es fácil caer en malos hábitos: comer y beber cosas poco saludables, consumir demasiada cafeína, no dormir, no hacer ejercicio, en general no cuidarnos en absoluto. Es fácil racionalizar estos hábitos cuando estás estresado, pero cuidarte cuando estás bajo presión en realidad te da más energía y te ayuda a concentrarte. Asegúrate de comer alimentos frescos y saludables, como proteínas magras, verduras y carbohidratos sanos, de beber mucha agua y de reservar algo de tiempo para hacer ejercicio. Tomarse un tiempo para meditar al principio y al final de cada día también ayuda a despejar la mente y es una forma pacífica y saludable de empezar y terminar el día, especialmente cuando la vida es caótica. Pase tiempo con los amigos y la familia. Salga al exterior y respire aire fresco. Manejará la presión con más concentración y gracia si cultiva respuestas saludables al estrés y se asegura de cuidarse a sí mismo.
Establezca límites
Si está bajo presión porque la gente le delega demasiado trabajo o le pide demasiado personalmente, es hora de establecer algunos límites. Con los teléfonos y los ordenadores portátiles, muchos de nosotros nos sentimos de guardia las 24 horas del día. Tal vez no respondas a los correos electrónicos después de acostarte o pongas el teléfono en otra habitación. Intenta gestionar las expectativas de amigos y familiares que te piden mucho, para no estar quemando la vela por los dos extremos. Si no has pasado tiempo con tu familia porque el trabajo ha sido frenético, diles que irás a cenar después de la fecha de entrega de tu proyecto, y dile lo mismo a los amigos que no has visto en un tiempo. Esto permite que la gente sepa que estás pensando en ellos, a la vez que te das algo de espacio y tiempo para terminar las prioridades del trabajo.
Tómate tiempo para recargarte
Nadie se queda en la cinta de correr para siempre. Todos tenemos que reservar tiempo para recuperarnos y recargarnos de los momentos estresantes y caóticos de la vida, ya sea simplemente durmiendo hasta tarde, yendo a recibir un masaje, saliendo a tomar aire fresco o tomándose unas vacaciones. Nadie está perpetuamente en la cima de su juego, cuando estás agotado, serás mejor persona y profesional si te tomas un tiempo para recargarte.
Busca apoyo
Si la vida y el trabajo son simplemente demasiado para ti, debes buscar ayuda. Delega algunas tareas en tus colegas o en las personas a tu cargo y dile a tu jefe que has llegado a un punto de ruptura. Si estás luchando con algunos problemas personales, si tienes los medios llama a un terapeuta que te ayude a resolverlos. Pasa tiempo con tus seres queridos, que te apoyarán y te ayudarán en los momentos difíciles y estresantes. No tienes que manejar las cosas por ti mismo, puedes pedir ayuda.