Hace 171 años este mes, la primera bujía conocida fue inventada por Edmond Berger, dicen los historiadores. Desgraciadamente, Berger no consiguió patentar su invento de la bujía, por lo que la historia documentada señala a Sir Oliver Lodge de Inglaterra, cuyos hijos convirtieron el «Encendedor Lodge» en una empresa rentable fundada en 1903. Al año siguiente, Albert Champion, un corredor de bicicletas y motocicletas de renombre mundial que ganaba dinero extra fabricando bujías a mano y vendiéndolas a sus amigos, se trasladó de Francia a Flint, Michigan, y fundó la Champion Ignition Company. El drama de los inversores dejó a Champion sin trabajo, pero pronto fue nombrado presidente de la AC Spark Plug Company, creada con el respaldo de Buick Motor Co. Las bujías AC se utilizaron en los vuelos transatlánticos de Charles Lindbergh y Amelia Earhart y encendieron los motores de la segunda y tercera etapa de los cohetes que llevaron a Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Mike Collins a la luna.

Un siglo más tarde, la bujía común no ha cambiado mucho, aparte de los materiales y las técnicas de fabricación para abaratarla. Esto es, hasta que las bujías E3 entraron en escena. Pensamos que 100 años eran suficientes para pasar sin un gran avance, y tuvimos la sensación de que era posible un producto mejor y más respetuoso con el medio ambiente. Así que volvimos a la escuela, literalmente, y contratamos a investigadores especializados en combustión y dinámica de motores de las principales universidades de ingeniería.

El resultado fue un diseño de electrodos totalmente renovado. Se eliminó el anticuado electrodo en forma de J. Y después de varios años de pruebas y de volver a la pizarra, presentamos el diseño de la bujía DiamondFire. El diseño DiamondFire presenta múltiples bordes afilados (en lugar del tradicional borde único) en el borde circular del electrodo central, permitiendo que la chispa busque el camino de menor resistencia. Este diseño aumenta la presión de la combustión y quema completamente la mezcla de combustible y aire dentro del cilindro, lo que permite una mayor potencia, un mayor ahorro de combustible y una reducción de las emisiones. Esto significa que se obtienen más caballos de fuerza utilizando menos combustible y dejando menos residuos en el aire, ayudando a reducir la contaminación del aire y el calentamiento global.

Hemos verificado cada afirmación a través de pruebas utilizando el equipo de diagnóstico más sofisticado disponible y a través de pruebas independientes. Incluso la EPA (Agencia de Protección Medioambiental) informa de que la tecnología DiamondFire de las bujías E3 ofrece «claras ventajas en el control de las emisiones de HC y CO, al tiempo que mejora la potencia y el ahorro de combustible». De hecho, las bujías E3 son las únicas que se mencionan en las resoluciones de la EPA como dispositivo complementario de control de emisiones.