Si nunca has recibido clases de equitación puede que no lo sepas, pero durante miles de años, la gente ha montado los caballos por la izquierda. No a veces, ni a menudo, ni la mayoría de las veces, sino siempre. Siempre. Así que uno puede preguntarse fácilmente, ¿cómo llegó esto a ser? ¿Por qué tiene que ser siempre por la izquierda?

Averigüémoslo.

Para encontrar las raíces de esta tradición tenemos que remontarnos a los tiempos antiguos, cuando la gente utilizaba los caballos en la guerra. Como la mayoría de la gente es diestra, llevaban sus espadas en el lado izquierdo para poder alcanzarlas fácilmente con la mano derecha. Esto significa que, con una espada larga colgando del lado izquierdo del jinete, habría sido imposible montar el caballo desde el lado derecho porque, de lo contrario, se habrían sentado sobre la espada. Por ello, la gente montaba sus caballos por la izquierda. (el artículo continúa después del anuncio)

Dicho esto, en su libro «El arte de la equitación», hacia el año 350 a.C., el historiador y filósofo ateniense Jenofonte recomienda encarecidamente que se aprenda a montar a caballo por ambos lados, con el fin de estar preparado para lo que pueda enfrentar en la batalla. ¡Resulta que nadie le hizo caso.

Pero de todos modos, ¿por qué seguimos con esta costumbre aunque ya no llevemos espadas?

La tradición se mantuvo porque los caballos son de un solo lado! Lo que pueden aprender a hacer por un lado, no lo saben hacer por el otro. Debido a que la gente ha estandarizado el lado izquierdo como el lado en el que montan, cabalgan y básicamente hacen todo con los caballos, es más fácil para los propios animales ser manejados desde su lado izquierdo.

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