La forma de hablar y las palabras que utilizamos tienen consecuencias tanto positivas como negativas en las personas con las que nos relacionamos a diario.

Por lo tanto, es importante que seamos conscientes de nuestra forma de hablar y que elijamos nuestras palabras con cuidado siempre que sea posible.

Diferentes personas pueden decir exactamente el mismo mensaje, pero según cómo lo enmarquen y cómo lo presenten puede marcar toda la diferencia en la respuesta del oyente.

Siempre que te comuniques con otra persona, lo más importante es hablar utilizando sus términos y desde su perspectiva.

Es importante prestar atención a quién estás hablando y en qué contexto.

No le hablarías a un niño con el mismo vocabulario que a un adulto. Y no le hablarías a alguien que es un principiante en un tema de la misma manera que le hablarías a alguien que es un experto.

Tan importante como el individuo es el entorno social. Probablemente no hablarías con un desconocido en la biblioteca de la misma manera que lo harías en un bar o en un concierto.

Todos estos factores influyen en la comunicación efectiva, y debemos tenerlos en cuenta si queremos que nos escuchen con la mayor claridad posible.

Al mismo tiempo, quizás algunas personas nos ignoren sin importar lo que digamos o cómo lo digamos. En Por qué ignoramos los consejos cuando más los necesitamos, expongo las razones explícitas por las que la gente evita la información que contradice su visión del mundo.

Sin embargo, si digo algo y no parece tener efecto en una persona, me gusta pensar que en algún lugar del fondo hice una diferencia incremental. Tal vez la próxima vez que escuchen la idea, no se resistan tanto a ella. Luego, con el tiempo, la aceptan más.

Cada palabra tiene consecuencias, por pequeñas o grandes que sean. Eso significa que nuestra forma de hablar puede ser poderosa, aunque no siempre seamos conscientes de sus efectos directamente.

Lo mejor que podemos hacer es intentar ser más conscientes de cómo nos comunicamos a diario. Ten en cuenta que lo que dices suma y tiene una influencia real en las personas y en la sociedad en su conjunto.