Core Media Group, propietaria de las productoras que crean programas como American Idol y So You Think You Can Dance, se declaró en bancarrota el jueves en Nueva York, conmocionando a muchos en el mundo de la televisión y los medios. Era conocido que esos títulos no estaban rindiendo como antes, pero pocos entendían lo grave que era realmente la situación.

La firma de medios afirma en sus documentos de bancarrota que actualmente tiene una deuda de casi 400 millones de dólares, y no parece que la compañía pueda salir de ese agujero sin alguna ayuda. La persona número uno a la que Core debe dinero es Simon Fuller, el hombre al que más se le atribuye haber llevado Idol a Estados Unidos. El creador del programa se marchó hace años, pero desde entonces ha acumulado honorarios como consultor y se le debe una parte de los beneficios de la marca. Actualmente reclama unos 3,4 millones de dólares, y su llegada por ese dinero es en parte responsable de la presentación de Core.

Core Media compró 19 Entertainment, la empresa detrás de Idol, en 2005. En ese momento, el concurso de canto de realidad era todavía increíblemente popular, y el futuro parecía brillante. Ahora, una década después, está claro que las cosas no van tan bien como antes. Core Media también es propietaria de otra productora, Sharp Entertainment, que a su vez crea varios programas de telerrealidad, como Man v. Food. Para complicar aún más las cosas, Core es a su vez propiedad de dos empresas, 21st Century Fox y Apollo Global Management.

Quizás lo más interesante aquí es que 19 Entertainment no sólo es responsable de los programas de televisión, sino que también tiene el control de muchos artistas e intérpretes que se han hecho famosos en los diversos programas que controla. La empresa suele ser la primera en firmar contratos con cualquiera que protagonice alguno de sus reality shows y, a lo largo de los años, muchos ex concursantes de Idol han sacado música a través de 19. La empresa tiene una división de gestión y un sello discográfico, que siguen funcionando y parecen ir bastante bien. La empresa trabaja con cantantes como Kelly Clarkson, Carrie Underwood y Daughtry, todos los cuales han vendido millones de discos y siguen siendo potencias en la industria musical.

Aunque ha sido una sorpresa, el momento de la revelación de la quiebra de Core tiene sentido, ya que su programa estrella acaba de terminar. El último episodio de American Idol se emitió hace menos de un mes, después de que los índices de audiencia y los dólares de publicidad hayan ido cayendo durante años. Parece que la espiral descendente de Idol es quizás la mayor responsable de la desaparición de Core, ya que el programa perdió ingresos una y otra vez hasta que finalmente se terminó. Al parecer, la empresa perdió decenas de millones en ingresos sólo en el último año, lo que es suficiente para enviar a cualquier empresa a los números rojos.