La educación no es una pérdida de tiempo para una niña
Me llamo Kipo Sophia, tengo 19 años y soy estudiante de la escuela Tinga Senior Technical, en Ghana. Mi esperanza es que la educación de las niñas se tome en serio, porque no podemos desarrollar nuestras comunidades sin la contribución de las mujeres.
En 2016, terminé la escuela secundaria y obtuve la admisión para continuar mi educación en el nivel secundario, pero mis padres tenían planes diferentes para mí. A pesar de saber que mi sueño era convertirme en profesora, me dijeron que consiguiera un empleo y empezara a trabajar en su lugar. Por aquel entonces tenía 15 años.
Intenté explicarlo pero me dijeron que no iban a malgastar su dinero en mi educación. Insistí en que quería ir a la escuela, pero mis padres me dijeron que me mantuviera en la escuela si quería.
Vendí huevos durante dos años y reuní suficiente dinero. Más tarde conseguí un trabajo como comerciante y ahorré más para la escuela. Apliqué lo que escuché de la iglesia a mi educación, así que aprendí a no rendirme nunca.
Hoy soy un estudiante de segundo grado de la escuela secundaria Tinga y estoy seguro de que mi visión de convertirme en profesor se hará realidad.
Espero que mi experiencia inspire a alguna chica, porque la educación es nuestra mayor aliada.
Con la educación, podemos hacer lo que nos dicen que no podemos hacer, e incluso mejor. Y con la educación podemos reducir los embarazos de adolescentes, eliminar el matrimonio infantil y alcanzar la igualdad de género.