La definición social de la conducta de fumar de las mujeres
La historia de la conducta de fumar de las mujeres es una de definiciones normativas cambiantes. Las tendencias recientes se han explicado en términos del valor simbólico de fumar, que representa para las mujeres la libertad y la independencia. Este punto de vista es enfatizado por la publicidad. Sin embargo, otros datos sugieren que sigue existiendo un estereotipo cultural más antiguo y negativo. Un estudio en dos partes sobre mujeres jóvenes en formación profesional de enfermería y docencia arroja algo de luz sobre la forma en que se interpreta socialmente en la actualidad el comportamiento de las mujeres como fumadoras. La primera fase indicaba que entre la minoría de padres que habían expresado sus actitudes hacia el tabaquismo de sus hijas en relación con las normas de los roles sexuales, el tabaquismo se presentaba como algo inaceptable para las mujeres. Más de la mitad de la muestra percibía un estereotipo cultural negativo que operaba en la sociedad contemporánea y dos tercios reconocían su existencia en el pasado. Este estereotipo presenta el tabaquismo como un comportamiento masculino y, por tanto, inapropiado para las mujeres. Las mujeres que fuman pueden ser etiquetadas como poco femeninas o con atributos degradantes. El estereotipo operaba con más fuerza en el entorno social general que en referencia a las relaciones personales y, por tanto, es probable que su influencia en el comportamiento contemporáneo sea limitada. Algunos lo rechazaron por considerarlo anticuado o una creencia masculina, pero sin embargo representaba la opinión personal de otros. En cuanto a una definición más favorable, la mujer fumadora fue percibida en términos de una dimensión elegante/sofisticada y en relación con una personalidad extrovertida. La opinión de los miembros de la muestra de que la creciente aceptación del tabaquismo por parte de las mujeres estaba relacionada con el cambio social apoyaba indirectamente la opinión que ve el tabaquismo como símbolo de independencia. Los que veían el tabaquismo en términos neutros, es decir, como algo que no tiene atributos de rol sexual, percibían el tabaquismo en este sentido como un comportamiento social normal para hombres y mujeres por igual. La segunda fase sugirió que los fumadores y los no fumadores tienen opiniones divergentes sobre la imagen de la mujer fumadora. La imagen de la no fumadora se basaba en el estereotipo cultural más antiguo («poco femenina»), mientras que las fumadoras tenían más probabilidades de adoptar un punto de vista correspondiente a la perspectiva que ve el tabaquismo femenino como símbolo de cambio social y mayor independencia («liberada»). Las no fumadoras tenían una imagen clara y positiva de las «chicas que no fuman» («femeninas»), mientras que para los fumadores la mujer no fumadora carecía de una identidad distintiva. El estudio sugiere, por tanto, que los conceptos tradicionales del comportamiento femenino adecuado siguen inhibiendo el hábito de fumar entre algunas mujeres, mientras que otras lo perciben como un aspecto del comportamiento independiente.(RESUMEN TRUNCADO A 400 PALABRAS)