La chica que cayó del cielo vuelve a alcanzar las estrellas
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La felicidad de Emma Carey es contagiosa. Su autenticidad, su amabilidad y su saludable visión de la vida le han hecho ganar muchos seguidores en Internet, y es fácil entender por qué.
Rara vez verás una foto en la que no esté sonriendo, y sus aventuras al aire libre te inspirarán para apagar la televisión y explorar el mundo. Pero la razón por la que esta joven de 23 años de Queensland es tan inspiradora va mucho más allá de los batidos verdes y los bikinis.
UN DÍA PARA RECORDAR
El 9 de junio de 2013 es un día tan importante para Emma que decidió grabarlo permanentemente en su brazo con un tatuaje. Fue en esta fecha cuando ella y su mejor amiga, Jemma, se lanzaron en paracaídas sobre los Alpes suizos, una semana después de su viaje de por vida en Europa.
Mientras estaba sentada en el helicóptero, no estaba nerviosa en absoluto, y describe la sensación de saltar al cielo como «la mejor del mundo».
Sin embargo, esta euforia duró poco cuando su paracaídas no se desplegó correctamente.
«Pensé que iba a morir seguro. Esa fue la sensación más aterradora», dice.
En un extraño giro del destino, estaba viva y consciente cuando tocó el suelo, pero lo peor acababa de empezar.
«Cuando me di cuenta de que no sentía las piernas, eso fue aún peor que la caída. No sabía nada de ser parapléjico ni de las lesiones de la médula espinal. En cuanto me di cuenta de que mis piernas no se movían, pensé que hubiera preferido morir».
DESPERTAR
EMMA pasó las tres semanas siguientes en un hospital suizo con la columna y la pelvis rotas, la médula espinal aplastada y, lo peor de todo, la devastadora noticia de que tal vez nunca volvería a caminar.
Voló de vuelta a Australia, donde pasó los siguientes tres meses en un hospital de Sydney. Sin mucho más que hacer que las citas con el fisioterapeuta y las clases en la silla de ruedas, Emma pasó gran parte de su tiempo mirando a influencers de salud inspiradoras en Instagram como Kayla Itsines.
«Miraba sus publicaciones y siempre eran tan edificantes que me hacían seguir adelante», dice. «Creo que por eso me metí en las redes sociales, porque quería ser lo que ellas eran para mí, para otra persona».
Y eso es. Después de tres meses de tratamiento en el hospital, Emma pudo caminar, aunque lentamente, y siguió mejorando cada día.
La gente no tardó en tropezar con la historia de Emma en Internet, y rápidamente se convirtió en una fuente de inspiración para personas de todo el mundo.
A pesar de agradecer las amables palabras que le llegan, Emma no quiere que el hecho de poder volver a caminar sea la razón por la que la gente la encuentra inspiradora.
«Estaba fuera de mi control», explica.
«Si alguien me hubiera dicho que esto iba a pasar, probablemente me habría metido en un agujero y no habría hablado con nadie o no habría querido vivir, pero me las he arreglado para estar bien y ser feliz. Prefiero que la gente me admire por eso que por lo de caminar».
Imagen (IM)PERFECTA
Aunque a Emma le encanta ayudar a los demás, esto conlleva la presión de mantener una imagen positiva para sus seguidores las 24 horas del día.
«Es difícil mantener posts edificantes cuando no te sientes así. Pero no quiero que sea demasiado negativo», dice.
Reconoce que las fotos que publica no siempre son un fiel reflejo de lo que ocurre en su vida, y esto puede dar una impresión equivocada a algunos seguidores.
Algunos la han acusado de «fingir», mientras que otros se han deseado sus lesiones porque piensan que «lo tiene fácil».
En realidad, esto está muy lejos de la realidad. Emma sigue luchando con sus lesiones hasta el día de hoy, incluyendo problemas con la vejiga y el intestino, problemas para caminar largas distancias y cansancio.
«En Instagram siempre cuelgo fotos en la playa y la gente dice: ‘Tienes mucha suerte de no tener que trabajar, lo único que haces es ir a la playa’, y yo digo: ‘Sí, pero no veis las cinco citas con el médico a las que he ido hoy, o la operación a la que me someto mañana'», dice.
CUERPO DE TRABAJO
La visión de la vida de Emma y su carácter realista la han convertido en una chica a la que acudir para pedir consejo.
Sobre la salud y la forma física, Emma anima a sus seguidores a apreciar sus cuerpos por lo que hacen, no necesariamente por su aspecto.
«Antes de mi accidente sólo hacía ejercicio para perder peso o para estar guapa, pero ahora tengo que hacer ejercicio para poder caminar mejor y para no quedarme dormida durante el día», dice.
«Creo que es más fácil cuidar tu cuerpo cuando tienes esa apreciación de que lo necesitas para vivir.»
Sobre cómo afrontar los cambios, el secreto de Emma es mantenerse positiva. Dice que su accidente ha servido para que su familia aprenda a superar cualquier obstáculo, como que su hermana, Hayley, se quedara embarazada a los 17 años.
Aunque al principio fue difícil adaptarse, dice que su sobrina, Layla, es lo mejor que le ha pasado a ella y a su familia.
«Aunque algo parezca malo al principio, puede ser lo mejor que te pase en la vida», dice Emma.
«Mi accidente -aunque las lesiones sean una mierda- trajo mucho bien a mi vida. De las cosas malas pueden salir cosas buenas si estás dispuesto a dejarlas».
Emma comparte su opinión sobre…
Mensajes de desconocidos
«Me ayuda mucho, sobre todo cuando me siento deprimida y pienso que no he hecho nada bueno porque no puedo trabajar».
La perfección en las redes sociales
«Odio que las redes sociales hagan pensar a la gente que su vida es una mierda. Pero siempre intento explicar que mi vida no es perfecta»
Después del accidente
«Cuando llegué a casa del hospital, mucha gente me trató con cautela. Pero mis seres queridos se comportaron con normalidad. Eso estuvo muy bien.»