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Jack el Destripador

Jack el Destripador aterrorizó a Londres en 1888, matando al menos a cinco mujeres y mutilando sus cuerpos de una manera inusual, lo que indica que el asesino tenía un conocimiento sustancial de la anatomía humana. El culpable nunca fue capturado -ni siquiera identificado- y Jack el Destripador sigue siendo uno de los criminales más infames de Inglaterra y del mundo.

Los cinco asesinatos atribuidos a Jack el Destripador tuvieron lugar en un radio de una milla de distancia, en el distrito de Whitechapel del East End londinense o en sus alrededores, entre el 7 de agosto y el 10 de septiembre de 1888. También se han investigado otros asesinatos ocurridos alrededor de ese periodo como obra de «Leather Apron» (otro apodo dado al asesino).

El asesino envió supuestamente varias cartas al Servicio de Policía Metropolitana de Londres (a menudo conocido como Scotland Yard), en las que se burlaba de los agentes sobre sus truculentas actividades y especulaba sobre los asesinatos venideros. El apodo de «Jack el Destripador» tiene su origen en una carta -que puede haber sido un engaño- publicada en la época de los ataques.

A pesar de las innumerables investigaciones que reclaman pruebas definitivas de la identidad del brutal asesino, su nombre y su motivo siguen siendo desconocidos.

Durante las últimas décadas se han elaborado diversas teorías sobre la identidad de Jack el Destripador, que incluyen afirmaciones que acusan al famoso pintor victoriano Walter Sickert, a un emigrante polaco e incluso al nieto de la reina Victoria. Desde 1888, se han nombrado más de 100 sospechosos, lo que ha contribuido al folclore generalizado y al entretenimiento macabro que rodea al misterio.

El «carnicero de Whitechapel»

A finales del siglo XIX, el East End de Londres era un lugar que los ciudadanos veían con compasión o con absoluto desprecio. A pesar de ser una zona a la que acudían inmigrantes cualificados -principalmente judíos y rusos- para comenzar una nueva vida y abrir negocios, el distrito era famoso por la miseria, la violencia y el crimen.

La prostitución sólo era ilegal si la práctica causaba una alteración del orden público, y miles de burdeles y casas de hospedaje de renta baja ofrecían servicios sexuales a finales del siglo XIX.

En aquella época, la muerte o el asesinato de una chica trabajadora rara vez aparecía en la prensa o se discutía dentro de la sociedad educada. La realidad era que las «damas de la noche» eran objeto de ataques físicos, que a veces terminaban en la muerte.

Entre estos crímenes violentos comunes se encuentra el ataque a la prostituta inglesa Emma Smith, que fue golpeada y violada con un objeto por cuatro hombres. Smith, que más tarde murió de peritonitis, es recordada como una de las muchas víctimas femeninas desafortunadas que fueron asesinadas por bandas que exigían dinero por protección.

Sin embargo, la serie de asesinatos que comenzó en agosto de 1888 se distinguió de otros crímenes violentos de la época: Marcados por una carnicería sádica, sugerían una mente más sociópata y odiosa de lo que la mayoría de los ciudadanos podían comprender.

Jack el Destripador no se limitaba a apagar la vida con un cuchillo, sino que mutilaba y destripaba a las mujeres, extirpando órganos como los riñones y los úteros, y sus crímenes parecían retratar un aborrecimiento por todo el género femenino.

El legado de Jack el Destripador

Los asesinatos de Jack el Destripador cesaron repentinamente en el otoño de 1888, pero los ciudadanos de Londres siguieron exigiendo respuestas que no llegarían, incluso más de un siglo después. El caso en curso -que ha generado una industria de libros, películas, series de televisión y recorridos históricos- se ha encontrado con una serie de obstáculos, como la falta de pruebas, una serie de informaciones erróneas y falsos testimonios, y las estrictas regulaciones de Scotland Yard.

Jack el Destripador ha sido el tema de las noticias durante más de 120 años, y probablemente seguirá siéndolo durante décadas.

Más recientemente, en 2011, el detective británico Trevor Marriott, que lleva mucho tiempo investigando los asesinatos de Jack el Destripador, saltó a los titulares cuando la Policía Metropolitana le negó el acceso a documentos no censurados en torno al caso.

Según un artículo de ABC News de 2011, los agentes londinenses se habían negado a entregar a Marriott los archivos porque incluyen información protegida sobre los informantes de la policía, y que la entrega de los documentos podría obstaculizar la posibilidad de que los informantes actuales presten testimonio en el futuro.

Biografía por cortesía de BIO.com