«Esta es Abby, mi Wolador (Timber Wolf / Labrador negro) a los 6 años. Era la más joven de su camada y la única que se parecía a un labrador. Sin embargo, cada año su pelaje se vuelve más parecido al de un lobo, teniendo más rojo/marrón quemado en su pelaje. En invierno tiene un pelaje completo con reflejos (más bien manchas) del color rojo quemado mezclado con negro.
«Es muy dulce y cariñosa con su familia, al principio le molestan los extraños, pero luego se encariña con ellos fácilmente (especialmente cuando tienen una golosina para perros). Persigue casi todo, incluidos los pájaros que vuelan muy por encima de ella, los bichos, la ardilla, algunos gatos y roedores. Es muy expresiva en su cara y te «hablará» con sonidos guturales.
«Cuando se tumba, cruza las patas delanteras. Además, nunca ha comido de su cuenco de comida; cuando le ponemos la comida la voltea tiernamente (literalmente) con su pata…. Una vez probamos a poner la comida en el suelo y no se la comió. También probamos con un «bol sin punta». ¡Ella descubrió cómo volcarlos :)! Lo curioso es que tiene las patas parcialmente palmeadas, pero odia el agua… no se acerca a ella a menos que esté en su plato de agua. Incluso en el lago no se mete si no es para beber.
«Como es una loba, le gusta aullar. Sobre todo cuando pasan las sirenas. Me encanta que sea tan cariñosa, y que esté dispuesta a jugar en todo momento. Además, es bastante fácil de mantener; se desprende, pero con el cepillado diario no está mal.
«Coge papel de lija y lo mastica. Si nuestras herramientas de jardín no se guardan de forma segura, muerde la goma blanda.
«La llevo a correr 5 kilómetros cada semana y a dar un paseo largo unas dos veces por semana. Debería tener más en mi opinión, pero es suficiente para mantenerla contenta. Ella tira de la correa (más culpa mía que de ella). Jugamos a diario con ella y su pelota o su cuerda de tirar (¡son sus favoritos!)»