El regaliz procede del jugo de las raíces de la planta Glycyrrhiza Glabra. En la actualidad, crece en un cinturón que va desde el norte de África, pasando por Oriente Medio y hasta China. Aquí se encuentran también algunos de los usos más antiguos del regaliz de los que se tiene constancia.

La historia del regaliz puede datarse en el año 2300 a.C. El emperador Shennong de China hizo que el Clásico de Hierbas y Raíces del Agricultor Divino, Pen-Ts’ao, registrara una entrada, en la que el regaliz era una planta mágica que rejuvenecía a los hombres que envejecían.

La antigua cura del regaliz
La raíz de regaliz también estaba entre los muchos tesoros encontrados en la tumba del faraón egipcio Tutankamón del año 1350 a.C.. Los estudiosos aún no saben por qué.

Sin embargo, sabemos que el regaliz era un ingrediente común en muchos de los remedios de la antigua Grecia. Uno de ellos es la medicina para la tos. Este es el papel que desempeñaría el regaliz en la época moderna, donde se convirtió en un ingrediente habitual del jarabe para la tos por sus efectos aliviadores y antiinflamatorios.

De la medicina al caramelo
La historia del regaliz continúa desde la medicina para la tos hasta el caramelo en Italia, Francia, Alemania e Inglaterra. Abundan los ejemplos del desarrollo del regaliz a lo largo del siglo XIX que nos recuerdan su uso actual.

Ga-Jol de 1933 es uno de los productos de regaliz más antiguos que existen. Se lanzó como pastilla para la garganta contra la ronquera y la tos. Al principio, las pastillas de regaliz duras como Ga-Jol estaban destinadas a las gargantas agrias y las barras de regaliz blandas eran más populares como caramelos para niños.

Galle &Jessen se fundó en 1872 y la fábrica de regaliz Høgh en 1902. Ambas empezaron produciendo caramelos hervidos, pero cambiaron su producción para incluir regaliz y jaleas.

Los primeros productos fueron formas de regaliz, pastillas de sal, pastillas de eucalipto y formas coloreadas con sabor a fruta.

En los años veinte, surgió el regaliz blando. Tras muchos intentos, la fábrica de regaliz de Høgh produjo los primeros bastones y cepillos de dientes de regaliz.

Høgh’s Lakrids pasó a llamarse Pingvin Lakrids en 1962, cuando Toms compró la empresa.