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Historia de los teléfonos inalámbricos

Los teléfonos han sido el punto central de los medios de comunicación durante muchos años. El teléfono fue inventado por Alexander Graham Bell después de muchas pruebas y errores en 1870. La invención del teléfono, como se denomina hoy en día, comenzó con la transmisión del habla de forma eléctrica. Tanto el telégrafo como el teléfono son sistemas electrónicos basados en cables. El teléfono fue el resultado de los esfuerzos del Sr. Bell por perfeccionar el telégrafo. Éste tenía una gran demanda, ya que la comunicación vocal era posible entre dos individuos. Era un fenómeno inédito y la gente lo criticaba tanto como lo aceptaba.

Los teléfonos eran un equipo grande y fijo y sólo podían comunicarse entre grupos específicos de individuos. Desde entonces, los teléfonos se han improvisado y se han convertido en un aparato atractivo, elegante y manejable. Los ingenieros utilizaron materiales más ligeros y duraderos para que los teléfonos fueran portátiles y eficaces. En la década de 1950, los teléfonos se habían vuelto bastante eficientes y ya no eran tan engorrosos.

Una señora llamada Teri Pall inventó el teléfono inalámbrico en 1965. Era cantante de jazz de profesión y se le ocurrió eliminar el cableado y hacer que el auricular no tuviera cables. Este teléfono inalámbrico funcionaba a una frecuencia baja de 47-49 MHz y sólo funcionaba bien en zonas pequeñas. Las versiones avanzadas de los teléfonos inalámbricos de alta frecuencia son capaces de funcionar sin problemas en espacios amplios. La eficacia de los teléfonos de alta frecuencia es superior a la de los teléfonos de baja frecuencia, con una mayor seguridad, ya que resulta difícil interferir en las llamadas.

La Comisión Federal de Comunicaciones o la FCC concedió permiso a las empresas para fabricar teléfonos de frecuencia de 900 MHZ sólo en 1994. Esta medida del gobierno provocó un aumento de la demanda de teléfonos inalámbricos. La frecuencia de 900 Mhz era ideal para eliminar la estática causada por las paredes, los electrodomésticos y las interferencias en las señales de otros objetos. Ofrecían una salida de sonido de alta calidad, pero seguían siendo propensos a las escuchas. Para reforzar la seguridad, la FCC permitió a los fabricantes hacer teléfonos con frecuencias de 2,4 GHZ y 5,8 GHZ.

Estos son teléfonos inalámbricos seguros y no pueden ser interrumpidos por ningún escáner de radio. Los teléfonos inalámbricos de gama alta evolucionaron principalmente teniendo en cuenta la confidencialidad de las conversaciones.