Hace unas semanas hice esta sencilla pregunta en Facebook:

¿Lavas tus telas antes de coser?

¡No sabía que esta simple pregunta iba a causar tanto revuelo! En cuestión de minutos la página era un hervidero de comentarios y todos teníais respuestas tan increíbles. Supe en ese instante que necesitaba buscar algún consejo externo para ponerlo sobre la mesa.

Permítanme presentarles a April de Modern Yardage. April y yo nos conocimos el año pasado en la Cumbre de la Costura y le pedí que nos ayudara a navegar por las turbias aguas del prelavado de telas.

Mi nombre es April Giddings Cobb. Llevo cosiendo desde hace muchas, muchas lunas. Todo comenzó en mi clase de costura de la escuela secundaria en San Clemente, California. Pasé horas en esa sala de costura donde aprendí a coser y a coser y a leer las instrucciones de los patrones. Pero con los años, he descubierto que lo que más me gusta es la tela en sí. Veo un diseño que me gusta y quiero envolverme en él y hacer el chachachá. (Pero sólo si no hay nadie mirando.)

He cosido con todo tipo de telas, pero lo que más me gusta es el algodón para acolchar, aunque no soy una gran acolchadora. Me encanta la variedad de estampados que ofrece este sustrato y la flexibilidad de uso que conlleva. Así que esto nos lleva a un gran tema que parece ser controvertido. ¿Debemos prelavar nuestra tela? ¿Es necesario? Algunos dirán que el prelavado es una obligación para cualquier costurero serio. Otros creen que no vale la pena o no les gusta el aspecto de las prendas terminadas cuando pierden esa novedad que se desvanece con el lavado. Muchos sólo lavan antes de hacer prendas pero no para acolchar y esto parece común entre los que han publicado en Facebook sobre el tema.

¿Hace alguna diferencia prelavar? Absolutamente. Es esa razón suficiente para obligarme personalmente a prelavar antes de coser? Por supuesto que no. Me considero una costurera bastante seria y con mucha experiencia. Aun así, probablemente puedo contar con una mano las veces que he prelavado. Ropa, colchas, bolsos, diademas… lo que sea. Los hago todos con fabic que no ha sido manchado por la lavadora. Esto se debe en cierto modo a que vendo mucho de lo que coso y quiero que parezca nuevo, pero probablemente esté usando eso como excusa.

Cuando hice mi primera colcha, compré un kit. Lavé la tela porque quería seguir estrictamente las reglas. Adivina qué. Los fat quarters encogieron hasta el punto de que me quedé sin tela para hacer la colcha según las instrucciones. Eso fue suficiente para mí. Nunca más.

Muchos se preocupan por la solidez del color o el sangrado, o incluso por los productos químicos que podrían estar presentes en la tela sin lavar. Es una preocupación legítima. ¿Quién quiere hacer una colcha de herencia o dedicar tiempo a coser ropa para sus hijos para, después de todo ese trabajo, lavarla y descubrir que se ha desteñido o que ha sangrado por todas partes? ¿Quién quiere pensar que hay una sustancia química desconocida que roza las yemas de los dedos mientras cose? Qué mal rollo. Aun así, no recuerdo la última vez que escuché alguna historia de gente que conozco sobre esto, así que estoy dispuesta a correr el riesgo. Y nunca me ha sucedido. El riesgo no es lo suficientemente alto como para añadir un paso extra.

Después de leer el feed de Facebook de The Sewing Loft con las opiniones de todo el mundo sobre este tema, me di cuenta de que ¡¡soy minoría! Empecé a sentirme insegura. ¿Soy perezosa? ¿Estoy totalmente loca? ¿Realmente no estoy engordando sino que he encogido toda mi ropa lavándola desde que la hice sin un buen prelavado? ¡Oh, rayos! Puede ser. Vale, probablemente, pero creo que todo se reduce a tus preferencias personales. ¿Eres un perfeccionista de tipo A? Si es así, deberías hacer un prelavado. ¿Eres realmente fácil de llevar, un poco rebelde, o simplemente alguien que encuentra la emoción en sacar su proyecto terminado de la secadora y no saber realmente qué esperar? Entonces únete a mí y a los demás holgazanes que no se molestan en hacerlo. Realmente, depende de ti.

Mucha gente no está segura, así que simplemente sigue las instrucciones y lava, y eso es una apuesta segura. No está de más seguir las normas. Otros vivimos al límite y nos arriesgamos. Una buena regla general es que si vas a quedar destrozado si tu proyecto cambia después de un lavado, entonces prelava. Si es posible que rara vez lave su proyecto y no está planeando que se transmita por generaciones, entonces no se preocupe por ello.

Desde que lancé mi nueva empresa, Modern Yardage, en marzo de este año no he tenido que sentir ninguna culpa o vergüenza por el hecho de que no he lavado un solo proyecto que he hecho. Sí, soy la dueña de Modern Yardage, y nuestras telas llegan a ti prelavadas. ¡Qué alivio! Y para mejorar aún más las cosas, es perfectamente lisa, así que tampoco tienes que ocuparte de plancharla después del prelavado. No se encoge. No se deshilacha. Súper fácil. Modern Yardage utiliza únicamente tintas respetuosas con el medio ambiente, sin productos químicos desconocidos ni tintes perjudiciales. Así que tampoco tienes que preocuparte por ese tema.

Demos a April un gran agradecimiento por pasarse hoy a visitarnos. Creo que al final, el prelavado de la tela es realmente una elección personal que podríamos debatir para siempre. Me encantaría escuchar lo que haces con tu tela.

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