El currículo debe ayudar a los niños a convertirse en aprendices independientes, seguros de sí mismos e inquisitivos. El plan de estudios les enseña a aprender en preescolar y a lo largo de su vida. Los niños aprenderán a su propio ritmo y de la forma que más les convenga. Al hacerlo, desarrollan buenos hábitos y actitudes, en particular un sentido positivo de sí mismos, que marcará la diferencia a lo largo de su vida.

El Currículo Creativo© identifica objetivos en todas las áreas de desarrollo:

• Social: Ayudar a los niños a sentirse cómodos en la escuela, a confiar en su entorno, a hacer amigos y a sentirse parte del grupo.
• Emocional: Ayudar a los niños a experimentar el orgullo y la confianza en sí mismos, a desarrollar la independencia y el autocontrol, y a tener una actitud positiva ante la vida.
• Cognitiva: Ayuda a los niños a convertirse en aprendices seguros de sí mismos permitiéndoles probar sus propias ideas y experimentar el éxito, y ayudándoles a adquirir habilidades de aprendizaje como la capacidad de resolver problemas, hacer preguntas y utilizar palabras para describir sus ideas, observaciones y sentimientos.
• Físico: Ayuda a los niños a aumentar sus habilidades con los músculos grandes y pequeños y a sentirse seguros de lo que sus cuerpos pueden hacer.

La filosofía en la que se basa Creative Curriculum© es que los niños pequeños aprenden mejor haciendo. Aprender no es sólo repetir lo que alguien dice; requiere pensar activamente y experimentar para descubrir cómo funcionan las cosas y aprender de primera mano sobre el mundo en que vivimos. En sus primeros años, los niños exploran el mundo que les rodea utilizando todos sus sentidos (tocar, probar, escuchar, oler y mirar). Al utilizar materiales reales, como los bloques, y probar sus ideas, los niños aprenden sobre tamaños, formas y colores, y se dan cuenta de las relaciones entre las cosas. Con el tiempo, aprenden a utilizar un objeto para representar otro. Este es el comienzo del pensamiento simbólico. Poco a poco, los niños son cada vez más capaces de utilizar símbolos abstractos como las palabras para describir sus pensamientos y sentimientos. Aprenden a «leer» imágenes que son símbolos de personas, lugares y cosas reales. Este apasionante desarrollo del pensamiento simbólico tiene lugar durante los años preescolares, cuando los niños juegan. Las actividades planificadas para los niños, el modo en que se organiza el entorno, la selección de juguetes y materiales, el horario diario y el modo en que hablamos con los niños, están diseñados para cumplir los objetivos del plan de estudios y dar a su hijo un comienzo exitoso en la escuela.