Los gatos necesitan tiempo para adaptarse a un nuevo entorno y lo hacen mejor si se les introduce primero en espacios más pequeños. Encerrar a su nuevo gato durante 2 ó 3 semanas le ayudará a sentirse cómodo en su nuevo hogar. Los gatos a los que se les permite vagar inmediatamente pueden no darse cuenta de que tendrán comida y refugio y puede que nunca vuelvan.

Para asegurarse de que los gatos permanecen confinados, asegúrese de que el refugio no tiene rutas de escape, incluyendo agujeros en el revestimiento o ventanas abiertas. Si el refugio tiene vías de escape, puede utilizar una perrera grande para contener a los gatos. Asegúrese de que los gatos reciben comida y agua a diario y una caja de arena.

Puede permitir que los gatos exploren la propiedad después de 2-3 semanas de confinamiento. Lo ideal es soltar a los gatos cuando el tiempo esté despejado (sin lluvia ni nieve) para que puedan explorar con comodidad. Si los gatos estaban alojados originalmente en una caja, deje la caja en la zona como lugar seguro para esconderse o dormir durante al menos una semana. Siga dejando comida y agua para los gatos. Si los gatos están principalmente en el interior o en un establo, considere la posibilidad de ofrecer una caja de arena para contener los desechos.