BELGRADO (Reuters) – Ha estallado una disputa en Belgrado sobre lo que debe hacerse con los restos de Nikola Tesla, un serbio-estadounidense venerado como uno de los mayores inventores del mundo.

Las cenizas del hombre que desarrolló, entre otras cosas, el sistema de suministro eléctrico de corriente alterna ampliamente utilizado en la actualidad, se conservan en una esfera de color dorado en el museo Nikola Tesla de la capital serbia.

La Iglesia ortodoxa serbia quiere trasladar las cenizas a una catedral de la ciudad, pero el museo y otros se resisten al plan.

Tesla nació de padres serbios en 1856 en la actual Croacia y murió en Nueva York en 1943. Sus cenizas fueron llevadas posteriormente a Belgrado.

La mayor parte de su trabajo se realizó en Estados Unidos, pero en Serbia es un héroe nacional. Desarrolló el motor eléctrico e hizo trabajos pioneros en radar, radio y rayos X. Elon Musk llamó a su coche eléctrico Tesla en honor al inventor.

Los líderes de la iglesia han estado haciendo campaña para que las cenizas de Tesla sean reubicadas en los terrenos de la catedral de San Sava, una de las mayores iglesias ortodoxas del mundo.

«El museo tiene que existir, eso no está en duda», dijo a Reuters Radivoje Panic, un sacerdote de la iglesia. «Pero los restos no deberían estar en un rincón allí, donde no son visibles para todo el mundo. Aquí serían visibles para todo el mundo».

La Iglesia emitió esta semana unas declaraciones en las que pedía el traslado de los restos a San Sava. «La Iglesia Ortodoxa Serbia siempre estuvo presente en la vida y los hechos del gran Nikola Tesla», dijo.

Otros dicen que Tesla era un científico cuyos restos no deberían estar en ninguna iglesia.

«Simplemente no creo que Tesla deba estar en una iglesia», dijo el director de cine y teatro Gorcin Stojanovic, una de las principales voces entre quienes hacen campaña contra el traslado de Tesla a San Sava. «No era un rey antiguo, ni un santo. Era un científico»

En un comunicado, el museo de Tesla se limitó a decir que no había sido informado oficialmente de la propuesta de trasladar las cenizas por «una institución estatal apropiada».

Algunos vieron motivos económicos en juego.

«La disputa entre el museo de Tesla y la iglesia ortodoxa serbia sobre la urna de Tesla es sólo una lucha por los turistas. No les importa Tesla y sus últimos deseos», tuiteó el jueves Nebojsa Krstic, asesor del ex presidente serbio Boris Tadic.