¿Estás limpiando mal tus partes femeninas?
Últimamente, parece que hemos oído hablar mucho del bidé. Se cree que se originó en la Francia del siglo XVIII, el bidé es un accesorio de baño común en Europa y Asia que se parece a un inodoro, pero rocía agua para limpiar sus partes femeninas después de usar el baño. Los defensores del bidé sostienen desde hace tiempo que este accesorio de baño, similar a una fuente, es más higiénico y respetuoso con el medio ambiente que el papel higiénico estándar. Y ahora están empezando a ganar popularidad en Estados Unidos.
La empresa estadounidense de accesorios Kohler es la mayor productora de asientos de bidé (la versión más nueva y compacta de un bidé que se incorpora directamente al asiento del inodoro) en Estados Unidos, y según la marca, las ventas están aumentando a medida que los argumentos de higiene y ecología ganan terreno. Pueden costar desde 600 dólares hasta más de 4.000, según el modelo que se elija. Este es el aspecto de uno (tiene un grifo por encima del borde que rocía agua):
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Aunque no lo creas, el papel higiénico es una industria de 9.600 millones de dólares, y sólo el dos por ciento del papel higiénico que se compra cada año se fabrica a partir de un proceso de reciclaje respetuoso con el medio ambiente. Teniendo en cuenta el hecho de que el equivalente a 27.000 árboles se tiran por el inodoro cada día, eso hace que la sostenibilidad sea un problema acuciante.
Así que, ¿ha llegado el momento de tirar el papel higiénico a la basura y subirse al bidé?
Nunca se debe cambiar totalmente el papel higiénico, dice el doctor David Kaufman, urólogo de la ciudad de Nueva York. «Más limpio es siempre mejor, pero un bidé no puede ser un sustituto del papel higiénico», dice, explicando que un lavado de bidé por sí solo no es suficiente para hacer el verdadero trabajo sucio de la limpieza con papel higiénico.
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Dicho esto, los bidés pueden ser beneficiosos para tus partes femeninas, ya que ayudan a reducir la propagación de bacterias, a reducir la irritación que puede causar limpiarse demasiado y a mantenerte fresca antes y después del sexo. Básicamente, los expertos recomiendan el uso de un bidé en cualquier situación en la que resulte difícil limpiarse correctamente o en la que haya motivos para desconfiar de las bacterias adicionales (por ejemplo, después de ensuciarse).
Añadir un bidé a tu rutina de baño puede ser incluso más beneficioso para algunas mujeres en particular: Pueden ser especialmente útiles si eres propensa a las infecciones urinarias, dice Kaufman. «Las ITU suelen estar causadas por bacterias vaginales», afirma, y añade que las mujeres con riesgo de padecerlas pueden beneficiarse de lavarse con un bidé antes y, sobre todo, después de mantener relaciones sexuales. (Según el Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos, las relaciones sexuales frecuentes, la diabetes, la obesidad y un tubo estrecho en el tracto urinario pueden aumentar las probabilidades de padecer una ITU). Dado que en la mayoría de los lugares de EE.UU. todavía no hay bidés, «la siguiente mejor opción es meterse en la ducha y utilizar un cabezal de ducha manual», dice Kaufman. ¿No hay cabezal de ducha manual? Utiliza una toallita o las manos, pero evita el estropajo, que puede provocar pequeños desgarros y exponerte a una infección.
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La conclusión: No cambies el papel higiénico todavía, pero si quieres una limpieza más profunda en el fondo, considera el bidé como un complemento a tu rutina en el baño. Y si te preocupa el impacto medioambiental de utilizar todo ese papel higiénico, busca marcas que utilicen papel reciclado, como Seventh Generation.