«Recomendamos a los profesores de yoga que hablen también con sus alumnos de los riesgos de lesión si no se practica a conciencia, y de la posibilidad de que el yoga agrave algunas lesiones.

«Se anima a los participantes en el yoga a que hablen de los riesgos de lesión y de cualquier dolor preexistente, especialmente en las extremidades superiores, con los profesores de yoga y los fisioterapeutas para explorar las modificaciones de postura que pueden dar lugar a una práctica más segura».

Los principales componentes del yoga son las posturas, una serie de movimientos diseñados para aumentar la fuerza, la flexibilidad y la respiración.

Ahora es habitual en centros de ocio, gimnasios, escuelas, hospitales y consultorios.

Hay pruebas de que la práctica regular de yoga es beneficiosa para las personas con presión arterial alta, enfermedades del corazón, dolores y molestias -incluido el dolor de espalda-, depresión y estrés.

El NHS dice que la mayoría de las formas de yoga no son lo suficientemente extenuantes como para contar para sus 150 minutos de actividad moderada, según lo establecido por las directrices del gobierno.

Sin embargo, el yoga sí cuenta como ejercicio de fortalecimiento, y al menos dos sesiones a la semana le ayudarán a cumplir las directrices sobre actividades de fortalecimiento muscular.

También se recomiendan actividades como el yoga y el tai chi a los adultos mayores con riesgo de caídas para ayudar a mejorar el equilibrio y la coordinación.