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El smartphone Razr plegable de Motorola llegará a principios de febrero

Motorola Razr 2020
Cortesía de Motorola

Motorola está dispuesta a festejar como si fuera 2004. La compañía está avanzando con su muy publicitado nuevo Razr, el otrora omnipresente teléfono plegable de los años ochenta, que ha renacido como un smartphone plegable.

El martes, la compañía reveló que los consumidores finalmente podrán tener en sus manos el último pedazo de tecnología impulsada por la nostalgia a partir del 6 de febrero, informa CNN. Aquellos que estén preocupados por si habrá suficientes Razrs nuevos para todos, pueden encargar por adelantado el smartphone a Motorola o a Verizon, su proveedor exclusivo, a partir del 26 de enero.

Aunque encargar por adelantado una nueva versión del teléfono puede parecer una exageración -especialmente teniendo en cuenta el dominio del mercado por parte de Apple y Samsung-, aparentemente no es sin razón: El lanzamiento inicial del Razr se retrasó por problemas de suministro. Anunciado por primera vez el pasado mes de noviembre, el nuevo Razr debía salir a la venta el 9 de enero, pero Motorola decidió retrasar la fecha un mes entero debido a una demanda mayor de la esperada.

Por supuesto, el Razr no es el primer smartphone plegable que sufre retrasos. El año pasado, Samsung retrasó varias veces el lanzamiento del Galaxy Fold por diversos problemas de construcción y calidad. Sin embargo, el retraso del Razr parece estar relacionado únicamente con problemas de suministro.

Aunque el aspecto del nuevo Razr recuerda sin duda al original -que se presentó en 2004 y se vendió en varias formas hasta 2013-, está repleto de características modernas. En particular, cuenta con un panel OLED de plástico con pantalla táctil de 6,2 pulgadas que se dobla por la mitad a lo largo del eje horizontal, así como una pantalla OLED de 2,7 pulgadas cubierta de cristal en el exterior que Motorola denomina pantalla Quick View. Con 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento interno, el teléfono está impulsado por el sistema operativo Android 9 Pie, tiene dos cámaras, un sensor de huellas dactilares y un puerto de carga USB-C.

¿La característica más llamativa del teléfono, sin embargo? Fácilmente su precio de 1500 dólares. Eso lo sitúa directamente entre el Samsung Galaxy Fold, de 2.000 dólares, y el iPhone Pro Max de gama alta de Apple, que comienza en 1099 dólares. Resulta que se puede poner precio a la nostalgia.