La tecnología sexual causó sensación como nueva categoría en el CES 2020 -un evento que, de alguna manera, fue hace apenas unos meses-, pero fue concretamente el juguete Baci, de Lora DiCarlo, el que dominó la sala de exposiciones. El galardonado Baci se lanza hoy junto con el nuevo servicio de coaching de bienestar sexual virtual de la compañía, porque, ya sabes, quedarse en casa es aburrido y ciertamente hay peores maneras de entretenerse.

Baci, al igual que los otros juguetes sexuales Osé de Lora DiCarlo, tiene como objetivo «romper las barreras del orgasmo» a través de algunos microrobots avanzados y la biomética. Es decir, técnicamente no se les puede llamar consoladores o vibradores, porque no es así como funcionan. Baci, además de ser seguro para el cuerpo, resistente al agua y recargable, destaca porque supuestamente imita el tacto humano. La microbótica y la tecnología de flujo de aire pretenden recrear la «sensación de una boca, labios y lengua sobre el clítoris». El comunicado de prensa entra en algunos términos más descriptivos -cosas como «succión ligera», «orgasmo mezclado» y «zumbido rítmico»- pero la idea es que es un dispositivo que está destinado a ayudar a aquellos de nosotros con un orgasmo del clítoris más fácilmente.

«El mayor estudio de EE. sobre la disfunción sexual femenina, de la Asociación Americana de Salud Sexual, encontró que el 21% de las mujeres son incapaces de alcanzar el orgasmo a pesar de estar excitadas, que es algo que queríamos abordar con Baci y nuestro enfoque integral para el autocuidado», dijo Lora Haddock DiCarlo, CEO y fundadora de Lora DiCarlo, en un comunicado.

También es la razón por la que Lora DiCarlo está lanzando ahora WellSx-virtual, sesiones de coaching de bienestar sexual 1 a 1. Según se informa, el programa consiste en sesiones de 50 minutos con un coach de bienestar sexual certificado y está dirigido a tratar problemas como la vergüenza, la culpa, la baja libido, la baja confianza, etc. La empresa también ha creado una página web en la que los usuarios pueden aprender a tener mejor sexo a través de tutorías, entrevistas con expertos, información básica sobre los orgasmos y el cuerpo, y consejos para encontrar los juguetes adecuados.

Hay que reconocer que el Baci y el WellSx son un poco caros: el Baci se vende por 160 dólares, mientras que las sesiones individuales de WellSx cuestan 120 dólares y un paquete de 4 cuesta 432 dólares. Dicho esto, la tecnología sexual lleva mucho tiempo luchando por ser tratada con el mismo respeto por los logros tecnológicos que otros aparatos. Solo hay que ver cómo se trató a Lora DiCarlo en el CES 2019 para darse cuenta de ello, probablemente porque se trata de una categoría encabezada en gran medida por personas que se identifican como mujeres, para clientes que se identifican como mujeres. (En términos más generales, eso se extiende incluso a la falta de financiación que se destina a las startups fundadas por emprendedores no masculinos en Silicon Valley). En el CES 2020, la abrumadora mayoría de los expositores de tecnología sexual eran pequeñas empresas propiedad de mujeres.

Pero aunque las sesiones de Baci y WellSx sean caras, son objetivamente geniales en muchos niveles. Para empezar, el señor sabe que refugiarse en casa puede volver a la gente loca y que los orgasmos son una gran forma de aliviar el estrés. Pero en un tono más serio, es alentador ver que la tecnología se utiliza para abogar por la salud sexual positiva, en lugar de ser relegada a algún rincón sórdido de Internet.