La nueva generación de consolas de videojuegos ha introducido un montón de nuevas y geniales características de juego. Los mundos virtuales son más grandes. Los gráficos son más realistas. Hay incluso más formas de conectar con otras personas cuando jugamos gracias a las funciones sociales y de streaming. Pero ninguna de esas cosas es realmente de nueva generación, al menos no comparada con mi aspecto favorito de The Witcher 3: al héroe le puede crecer una barba virtual.

The Witcher 3 es una extensa fantasía épica que abarca muchas, muchas horas. Está protagonizado por un canoso cazador de monstruos llamado Geralt, que luce una fea cicatriz en la cara y dos espadas en la espalda. Al principio del juego, lleva un poco de barba incipiente, pero debido a una visita a un rey se ve obligado a afeitarse a conciencia, y a partir de ahí puedes ver cómo progresa su vello facial.

La barba crece lentamente con el tiempo, añadiendo un poco de longitud con cada día que pasa en el juego. En algunas ciudades hay barberos donde puedes afeitártela, pero yo nunca lo hice: el crecimiento de la barba de Geralt me parecía un importante indicador de progreso, como marcar la altura de mi hijo en la pared. (Cada vez que veía su cara en primer plano, la analizaba en busca de signos de crecimiento. Era como tener una mascota de chía virtual. Seguí utilizando la función de compartir de la PS4 para sacarle fotos en diferentes lugares del mundo.

En la mayoría de los juegos de rol, tu progreso se documenta con números. Al final tienes hechizos más poderosos y armaduras que pueden soportar más abuso. Pero no ves realmente el daño que el tiempo ha hecho a tu héroe. En el caso de Geralt, basta con mirar su canosa melena para darse cuenta de las penurias por las que ha pasado. En un momento dado, hacia el final del juego, Yennifer, un tercio del triángulo amoroso brujo/bruja, felicitó a Geralt por su nuevo y distinguido aspecto. Me hizo sentir extrañamente orgulloso.

La nueva y costosa armadura hace que Geralt parezca poderoso, pero una barba le hace sentir real.