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El CERN recrea el navegador original de la WorldWideWeb para que lo pruebes

La cuna de la Internet moderna es la Organización Europea para la Investigación Nuclear, conocida como CERN, cuando los ingenieros propusieron el primer navegador de hipertexto en marzo de 1989. Para conmemorar el aniversario, un grupo de desarrolladores del CERN ha recreado aquella interfaz original del navegador (vía Engadget), permitiendo a los usuarios ver cómo era Internet en sus inicios.

Hace 30 años, el mes que viene, los ingenieros del CERN emitieron una propuesta de un nuevo programa para ayudar a la gestión de la información dentro de la organización llamada «Information Management: Una propuesta». Tras algunas revisiones, la propuesta establecía el marco para un programa que proporcionaría una interfaz al usuario para presentar la información, utilizando enlaces para permitir a los usuarios navegar por los sistemas de información de la organización. El ingeniero del CERN Tim Berners-Lee desarrolló el sistema en un ordenador NeXT, al que llamó WorldWideWeb, que se convirtió en el precursor de la Internet moderna.

Cuando se acerca el cumpleaños de esa propuesta original en marzo, los desarrolladores del CERN crearon una especie de sitio web tipo museo para mostrar los orígenes de esa Internet original, con páginas que describen el navegador, la codificación, la historia, la línea de tiempo, la tipografía y cómo reprodujeron el sitio original. Es un pedacito intrigante de la historia de Internet, que muestra los orígenes de muchos de los elementos que damos por sentado en 2019, como los hipervínculos.

Incluido en todo eso está el navegador original, que le permite navegar por el sitio. No todo funciona – varias secciones son efectivamente callejones sin salida, pero es fascinante hacer doble clic a través de guías de usuario, listas de grupos de noticias que discuten todo, desde «La vida en el Caribe» a los ordenadores, los cómics, los libros, la erótica, la ciencia ficción, las películas de Star Wars, la ciencia, los negocios, las listas de trabajo y un poco más. Mi conclusión es que, aunque Internet parece muy diferente en su superficie, no ha cambiado tanto como para ser irreconocible: la gente utiliza Internet para hablar de muchas de las mismas cosas que hace tres décadas.