Articles

El bar Whiskey Priest cierra el domingo después de ocho años en Seaport

‘GRAN RENTA’: El camarero Tommy DiPasquale, arriba en el recuadro, sirve a los clientes ayer en el bar Whiskey Priest, arriba y a la izquierda, en el Seaport. El bar está cerrando después de ocho años para hacer espacio para una torre de 268 millones de dólares, 22 pisos que comprende residencial, comercial y espacio al por menor.

El tiempo se ha agotado para el Whiskey Priest de South Boston.

El bar frente al mar en el Seaport, propiedad de Cronin’s Rebel Restaurants desde que abrió sus puertas en 2010, anunció ayer «con el corazón encogido» que su cierre definitivo llegaría mañana.

«Hemos tenido una gran carrera y hemos pasado momentos inolvidables», escribió el restaurante.

«Nos gustaría aprovechar esta oportunidad para agradecerles a todos su patrocinio durante estos años y esperamos que se hayan divertido tanto como nosotros. A todo el personal que ha formado parte de la familia a lo largo de los años y que ha ayudado a hacer de este lugar un hogar lejos de casa, un verdadero agradecimiento y mucho amor».

Se está buscando ayuda para darle al lugar la «despedida empapada de alcohol que se merece».

«¡Es el fin de una era así que hagamos esto bien!», publicó el restaurante en Facebook.

El vecino Atlantic Beer Garden cerró el pasado octubre.

Los desafíos para frenar el desarrollo de la torre de cristal de 260 millones de dólares que se levantará sobre la huella del Whiskey Priest y el Atlantic Beer Garden terminaron en enero.

La Conservation Law Foundation amenazó con luchar contra el desarrollo dentro y fuera de los tribunales, calificándolo como una «entrega masiva» del frente marítimo público a los promotores corporativos. Un acuerdo para resolver la oposición de la CLF exigía una ampliación del paseo del puerto alrededor de la propiedad, un muelle público y un fondo para un parque frente al mar y para los jóvenes desfavorecidos.

Los clientes se pasaron ayer por la tarde por el bar para disfrutar de las últimas horas de las vistas del puerto, de la música rock que sonaba en los altavoces y del whisky que salía de cualquiera de los 58 grifos de whisky que quedaban en el bar envolvente.

El nuevo edificio tendrá 124 unidades residenciales entre 10.700 pies cuadrados de espacio comercial y minorista -incluyendo dos restaurantes- y 179 plazas de aparcamiento.