El apartamento de la familia Visconti está informado por el arte, la aristocracia y el tiempo inmemorial
La magnífica historia de Milán no puede considerarse sin mencionar la casa de Visconti. La familia ascendió al poder a principios del siglo XIII y gobernó la capital italiana de la moda y el diseño durante casi 200 años. El nombre sigue imponiendo respeto hoy en día, propagado por personajes como el célebre director de cine Luchino Visconti y la diseñadora de joyas Osanna Visconti di Modrone. La creatividad de Osanna, famosa por sus distintivas y dramáticas piezas, no se limita a los bellos adornos. Basta con echar un vistazo al interior de su residencia familiar -situada a pocos pasos del Duomo, en el corazón del centro histórico de la ciudad- para darse cuenta de que su talento se centra por igual en el mobiliario y el diseño de interiores.
La sobria fachada del edificio renacentista del siglo XVI que alberga el apartamento que ocupan Osanna, su marido (el galerista Giangalleazo Visconti) y su hija Madina (también diseñadora de joyas) revela poco sobre los tesoros que alberga. Los techos con frescos originales y las paredes con la pátina del paso del tiempo rinden homenaje a la rica herencia de la casa, mientras que una monumental colección de arte moderno y muebles del propio ensamblaje de Osanna, así como piezas clave de destacados diseñadores italianos de los años 50 y 60, ponen el contrapunto a la discreta elegancia del entorno.
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