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e-Government

1.2 La directiva de información del sector público

La implantación de la e-Government ha conducido a un aumento de la información y, especialmente, de la información nacida digitalmente, lo que plantea nuevas exigencias a las prácticas de gestión de la información y los registros (The International Records Management Trust, 2004). El acceso a la información por parte del público en general y de los medios de comunicación es fundamental para un gobierno transparente (Bohlin, 2010; Regeringskansliet, 2009). En la Guía Europea de Acceso a los Documentos Oficiales se afirma que «El principio básico es que debe concederse un amplio derecho de acceso a los documentos oficiales sobre la base de la igualdad y en aplicación de normas claras, mientras que la denegación del acceso debe ser la excepción y debe estar debidamente justificada. No se trata de reconocer simplemente la libertad del público de acceder a la información que las autoridades quieran darle, sino de garantizar un auténtico «derecho a saber» para el público. Los Estados deben garantizar, respetando ciertas normas, que cualquier persona pueda, previa solicitud, tener acceso a los documentos en poder de las autoridades públicas» (Dirección General de Derechos Humanos, 2004, p. 6). Por lo tanto, uno de los instrumentos más importantes de control de los ciudadanos sobre las autoridades públicas es el principio de acceso público a la información gubernamental.

A medida que las instituciones gubernamentales se comprometen con el desarrollo de la administración electrónica y, por lo tanto, utilizan la tecnología de la información, están generando mucha información que se denomina información del sector público (PSI). La Oficina de Información del Sector Público del Reino Unido declaró que «la información, en particular la ISP, está a la cabeza de la relación del ciudadano con el gobierno y el sector público» (Oficina de Información del Sector Público, 2009, p. 18). La información gubernamental se considera actualmente una «mina de oro» que debe ser explorada por las distintas partes interesadas para impulsar el desarrollo nacional mediante la creación de servicios electrónicos. La ISP está regulada por la Directiva europea sobre reutilización de la información pública, promulgada en diciembre de 2003 y que debía aplicarse en los Estados miembros antes de julio de 2005. La Directiva se centra en los aspectos económicos de la reutilización de la información pública (Unión Europea, 2003). Por ejemplo, Fornefeld, Boele-Keimer, Recher y Fanning (2009) argumentaron que en la mayoría de las administraciones públicas europeas poner la información a disposición del sector privado es una indicación de un cambio cultural. Además, argumentaron que anteriormente el sector privado tenía que comprar la información de la administración. Según un informe publicado por la Comisión Europea (Comisión Europea, s.f.), la ISP es crucial para el buen funcionamiento del mercado interior y la libre circulación de bienes, servicios y personas.

Estos nuevos datos que se denominan «datos abiertos» y «big data» se caracterizan por su volumen, velocidad y variedad (Ballad et al., 2014). Su poder innovador y transformador depende de su calidad, que solo puede lograrse mediante la gobernanza de la información. Lundqvist (2013a) opinó que los mercados europeos derivados de la PSI se han estimado en un volumen de negocio de 30.000 millones de euros al año. La ISP puede definirse «como cualquier tipo de información que produce y/o recoge un organismo público y que forma parte de la función encomendada a la institución» (Dragos & Neamtu, 2009, p. 4). La ISP, por ejemplo, está constituida por los datos de los sistemas de información geográfica, el catastro, los servicios meteorológicos públicos y otros tipos de información creados por las administraciones públicas. La Directiva abarca incluso textos escritos, bases de datos, archivos de audio y fragmentos de películas (Unión Europea, 2003). El acceso a la ISP pretende estimular el desarrollo de los mercados de la información y mejorar la calidad de los servicios de la administración electrónica. Sin embargo, estos datos no sólo ofrecen oportunidades, sino que también plantean riesgos para las organizaciones, ya que se recogen de diferentes fuentes, lo que puede complicar el rastreo de su procedencia. Además, son de gran volumen y fluyen a una velocidad que dificulta su revisión humana. También ofrece la oportunidad de correlacionarse con otros conjuntos de datos, lo que significa que puede utilizarse con diferentes fines, e incluso con fines delictivos, lo que podría ser perjudicial para las organizaciones (Ballad et al., 2014).

El informe de la Delegación de Administración Electrónica de Suecia, por ejemplo, hizo hincapié en la gestión eficaz de la información en el desarrollo de la administración electrónica de tercera generación. La administración electrónica de tercera generación pretende desarrollar una administración electrónica impulsada por la demanda que también tenga en cuenta a la sociedad que la rodea, es decir, los ciudadanos y las empresas privadas. Se les considera copartícipes de la administración electrónica capaces de utilizar la información de la administración para desarrollar nuevos servicios y, por tanto, aumentar el potencial de innovación y desarrollo de la sociedad en general. La gestión de la información, por tanto, debe coordinarse para reducir la carga administrativa y hacerla fácilmente accesible para facilitar las transacciones comerciales (Finansdepartmenetet, 2009:86). Sin embargo, una investigación llevada a cabo en dos municipios suecos confirmó que, dado que los proyectos de desarrollo de la administración electrónica se emprenden para mejorar la prestación de servicios, la gestión de la información no suele estar en el centro de estos proyectos. Esto es paradójico porque los procesos eficaces requieren información de buena calidad y la reutilización de la información exige que las organizaciones gubernamentales pongan en marcha estrategias de preservación a largo plazo para garantizar el acceso a sus recursos de información para los usuarios actuales y futuros (Svärd, 2010, 2014). La pluralización de los recursos de información gubernamental requerirá un enfoque holístico que implique la gestión del continuo de información si se quiere reutilizar la información. La ISP es un buen ejemplo de cómo la información creada para llevar a cabo la actividad gubernamental puede ponerse a disposición de otros actores para desarrollar nuevos servicios.