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La xerorradiografía es la tecnología para registrar imágenes radiográficas sin necesidad de ningún tipo de procesamiento químico. Para obtener una imagen se carga un fotorreceptor de selenio, o placa, a un potencial superficial uniforme del orden de 1000 voltios. Cuando este fotorreceptor se expone a los rayos X, su carga superficial se agota por fotoconducción en cantidades proporcionales a la intensidad de la radiación que incide sobre él. Se forma entonces un patrón de potencial residual que es un gráfico de sombra del objeto que se está radiografiando. Después de la exposición, la imagen electrostática de la placa se revela mediante una técnica de nube de polvo en la que se soplan partículas cargadas y pigmentadas sobre la placa y se adhieren a ella siguiendo el patrón de la imagen. Este polvo o tóner es la tinta que define la imagen. Tras el revelado, el tóner se transfiere al papel y se fija en una imagen permanente mediante la fusión por calor a baja temperatura. El propósito de este artículo es presentar los principios de la radiografía cero, describir el equipo práctico que utiliza estos principios para la obtención de imágenes de rayos X en los campos médico e industrial, y mostrar algunos ejemplos de los tipos de imágenes producidas por el sistema.