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Cuidado de heridas en un giro – Terapia de hidromasaje

Por Laurie Swezey RN, BSN, CWOCN, CWS, FACCWS

La terapia de hidromasaje, o hidroterapia, es una de las formas más antiguas de tratamiento adyuvante para las heridas que se sigue utilizando hoy en día. Originalmente se utilizaba en el tratamiento del dolor, pero más tarde se utilizó en el tratamiento de las heridas, especialmente en el tratamiento de los pacientes quemados.

En la actualidad se utiliza habitualmente para facilitar el desbridamiento en heridas infectadas, heridas que no drenan, heridas con escaras gruesas y en heridas con tejido necrótico poco adherido o exudado espeso. Normalmente, la terapia de hidromasaje se utiliza en sesiones de 20 a 30 minutos, de tres a cuatro veces por semana. Por regla general, esta forma de terapia sólo se mantiene durante un breve período, y no es adecuada para su uso a largo plazo.

Además de facilitar el desbridamiento, la terapia de hidromasaje parece tener otros beneficios. El uso de una bañera de hidromasaje permite retirar los apósitos lenta y suavemente, reduciendo el dolor de los cambios de apósito en pacientes con heridas sensibles como lesiones por aplastamiento, estasis venosa, pioderma gangranoso, insuficiencia arterial y mordeduras de animales, por ejemplo. Además, el calor del agua favorece el aumento de la circulación en la superficie de la herida y puede ser calmante para el paciente. Por último, los grandes tanques de tipo Hubbard son capaces de proporcionar resistencia y flotabilidad para ayudar a los pacientes con la terapia física.

A pesar de la popularidad y el amplio uso de la terapia de hidromasaje, así como de la abundancia de pruebas anecdóticas relativas a sus beneficios, en realidad faltan pruebas de ensayos clínicos prolongados que demuestren su eficacia. También existen algunas desventajas y contraindicaciones de la terapia de hidromasaje, que deben tenerse en cuenta al considerar su uso. Por ejemplo, la fuerza generada en la superficie de la herida puede ser mayor que la recomendada, lo que podría dañar el tejido de granulación en desarrollo, dificultar la migración de las células epidérmicas y provocar maceración. Además, la posición de las extremidades que se requiere para utilizar la terapia de hidromasaje en las extremidades inferiores puede aumentar contraproducentemente la hipertensión venosa y la congestión vascular. Por último, existe un grave riesgo de contaminación bacteriana cruzada entre los pacientes que utilizan el mismo tanque, aunque esto puede superarse mediante el uso cuidadoso de agentes antibacterianos.

La oportunidad de sopesar los beneficios de la terapia de hidromasaje y de investigar más a fondo las pruebas de que se dispone actualmente para esta modalidad puede proporcionarse mediante la realización de una formación para la obtención de un certificado de cuidado de heridas. Esta formación permite a los profesionales del cuidado de heridas explorar temas con mayor detalle y convertirse en un experto en muchas áreas clave.

Fuentes
1. Myers BA. Wound management principles and practice. 2nd ed. Upper Saddle River, NJ: Pearson; 2008.

2. Hess CL, Howard MA, Attinger CE. A review of mechanical adjuncts in wound healing: hydrotherapy, ultrasound, negative pressure therapy, hyperbaric oxygen, and electrostimulation. Ann Plast Surg. 2003 Aug;51(2):210-8.

3. Fernández R, Griffiths R. Agua para la limpieza de heridas. Base de datos Cochrane de revisiones sistemáticas 2008, número 1. Art. Nº: CD003861.

Acerca de la autora
Laurie Swezey RN, BSN, CWOCN, CWS, FACCWS es una terapeuta de heridas certificada y terapeuta enterostomal, fundadora y presidenta de WoundEducators.com, y defensora de la incorporación de la tecnología digital e informática en el campo del cuidado de heridas.