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Cuando las cosas no salen como quieres

«No busques que todo ocurra como quieres, sino desea que todo ocurra como realmente ocurre, y estarás sereno». – Epicteto

A menudo nos encontramos en situaciones en las que preferiríamos no estar. Tal vez «planeamos» pasar un rato divertido y resultó ser aburrido o desagradable de alguna manera. O tal vez simplemente pensamos que nuestro día iría de una manera y terminó siendo completamente diferente (de una manera que no nos gusta). ¿Qué hacer entonces? ¿Qué ocurre cuando nos quedamos atascados entre «el plan» y «lo que hay»?

A veces nos gustaría ejercer nuestra voluntad sobre las situaciones y hacerlas diferentes de alguna manera. Este es un deseo natural, ya que a la mayoría de nosotros nos gustaría hacer cosas agradables y nos gustaría evitar las cosas que no son agradables. El problema surge cuando nuestro deseo de «divertirnos» en sí mismo está causando sufrimiento o cuando nos resistimos a permitir que la situación simplemente «sea» como es.

Cuando intentamos controlar a las personas y los acontecimientos que nos rodean, suele causar sufrimiento en nosotros mismos y en los demás. El control es una forma de fuerza, y la fuerza se encuentra con la resistencia. Esto no significa que seamos impotentes para resolver problemas y tomar decisiones saludables que nos beneficien. Simplemente significa que debemos darnos cuenta de la respuesta natural que surge al intentar alterar, cambiar o controlar las situaciones: la resistencia.

Ejercicio de atención plena: Cuando las cosas no salen como quieres

¿Cuáles son nuestras opciones cuando nos enfrentamos a una situación que nos desagrada de alguna manera?

(1) Aceptar

Puedo elegir aceptar completamente la situación que se desarrolla a mi alrededor. Esto no significa que siga las cosas a medias de forma quejumbrosa o a regañadientes. Significa aceptación radical (es decir, aceptación total de todos los aspectos de la experiencia presente). Imagina la aceptación radical como una entrega total a la realidad del momento presente: «Acepto plenamente mis circunstancias actuales con los brazos abiertos». Cuando dejas de luchar contra «lo que es» y permites que «sea», eres un verdadero ganador porque te libera del sufrimiento innecesario. La aceptación no significa aprobación… sólo significa no luchar contra la realidad.

(2) Resolver problemas

Puedo elegir aplicar las habilidades de resolución de problemas al momento presente. Para aplicar eficazmente las habilidades de resolución de problemas en el momento presente, primero debes haber cultivado un sentido de conciencia consciente del momento. Sin la conciencia plena, no has asimilado todos los aspectos del momento en su totalidad. La conciencia plena significa prestar atención y acoger todas las partes del momento, no sólo aquellas a las que «te gustaría» prestar atención. El beneficio de la conciencia plena es que te da la mayor información posible para tomar decisiones posteriores.

(3) Abandonar

Puedo elegir abandonar la situación. Esta es siempre una opción cuando te enfrentas a una situación que te desagrada o que te está causando una gran angustia. En primer lugar, aplica la conciencia plena al momento y asegúrate de que has observado y descrito con precisión todos los aspectos de la experiencia. Si sólo prestas atención al momento de forma selectiva (por ejemplo, centrándote excesivamente en lo negativo), te estás perdiendo el «panorama general». Aplica primero las prácticas de atención plena al momento para decidir si realmente se trata de una situación que es mejor evitar. Si lo es, asuma la responsabilidad de su decisión de marcharse.

Nadie disfruta realmente de estar en una situación que le está causando un malestar mental, emocional o físico importante. Si alguien parece «disfrutar» de esta forma de sufrimiento, es probable que realmente desee otra cosa (por ejemplo, atención, amor, pertenencia) y sea ineficaz para satisfacer sus verdaderas necesidades.

Siempre tenemos tres opciones claras cuando las cosas no salen como queremos: aceptarlas, cambiarlas o abandonarlas. Hay una gran libertad en reconocer tu capacidad para reducir el sufrimiento de esta manera. La próxima vez que te encuentres en una situación que te cause malestar o angustia, recuerda que puedes elegir cómo responder a la realidad.