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Cuando la vida te golpea, tardas unos dos años en levantarte

Foto: Darcyadelaide

Si, como sostenía Elisabeth Kübler-Ross, hay «cinco etapas del duelo» -negación, ira, negociación, depresión y aceptación-, ¿cuánto tiempo estás condenado a revolcarte en cada una de ellas?

Sea cual sea el proceso de duelo, está claro que superar una experiencia traumática es un camino largo y tortuoso: según Elizabeth Bernstein, que escribe en el Wall Street Journal, recuperarse de una gran pérdida -de un trabajo, de un matrimonio- puede llevar unos dos años.

Los expertos dicen que la mayoría de la gente debería darse unos dos años para recuperarse de un trauma emocional como una ruptura o la pérdida de un trabajo. Y si el suceso le ha pillado por sorpresa -su cónyuge se ha marchado bruscamente, le han despedido de forma inesperada- puede tardar más.

…Algunos expertos llaman a este periodo de recuperación «proceso de crisis de identidad». Es perfectamente normal, dicen, sentirse deprimido, ansioso y distraído durante este tiempo; en otras palabras, ser un desastre emocional.

Algunas personas parecen recuperarse antes, y otras pueden no recuperar nunca su antiguo equilibrio. Además, algunos traumas, como la «muerte de un ser querido», informa Bernstein, son «más complicados y suelen tardar incluso más de dos años».

Pero, por regla general, cuando el plan de vida se descarrila a lo grande, puede llevar un par de años volver a ponerse en marcha. La razón por la que se tarda tanto, dice Bernstein, es porque mientras tienes que enfrentarte a lo sucedido, estos grandes cambios alteran también muchas otras facetas de tu vida:

La recuperación de un divorcio o de la pérdida del trabajo implica en realidad dos procesos que se solapan. Está la recuperación del duelo. Y está el proceso aún más largo de reconstruir la estructura de su vida. ¿Dónde vas a cenar? ¿Quiénes serán tus amigos?

Así que, si estás pasando por algo duro y te lamentas porque crees que no lo estás superando lo suficientemente pronto, consuélate con el hecho de que curar es duro, y remendar las grandes heridas lleva tiempo.

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