Cuándo preocuparse por la preocupación
No hay escasez de cosas por las que preocuparse — desde las preocupaciones personales sobre la seguridad en el trabajo o la salud, hasta los temores relacionados con cuestiones más amplias como los conflictos políticos o los desastres naturales. La ansiedad temporal puede ser una respuesta saludable a la incertidumbre y al peligro, pero la preocupación y el nerviosismo constantes pueden ser un signo de trastorno de ansiedad generalizada.
¿Tengo un trastorno de ansiedad generalizada?
Necesitará la ayuda de su médico para saberlo con seguridad, pero mientras que otros tipos de trastornos de ansiedad surgen de situaciones particulares, el trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por una preocupación y agitación debilitantes por nada en particular, o por nada en absoluto.
Las personas con trastorno de ansiedad generalizada tienden a preocuparse por asuntos cotidianos. No pueden deshacerse de la sensación de que algo malo va a ocurrir y que no van a estar preparados. Pueden preocuparse en exceso por faltar a una cita, perder el trabajo o tener un accidente. Algunas personas se preocupan incluso por preocuparse demasiado.
Los síntomas físicos también son comunes y pueden incluir un corazón acelerado, boca seca, malestar estomacal, tensión muscular, sudoración, temblores e irritabilidad. Estas expresiones corporales de la ansiedad pueden tener un efecto negativo en la salud física. Por ejemplo, las personas con trastorno de ansiedad generalizada tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón y otros problemas cardiovasculares.
Controlar la ansiedad
Si padece un trastorno de ansiedad generalizada, la terapia -en particular la terapia cognitivo-conductual (TCC)- puede ayudarle. La TCC ayuda a las personas a reconocer cuándo están malinterpretando los acontecimientos, exagerando las dificultades o haciendo suposiciones innecesariamente pesimistas, y ofrece nuevas formas de responder a las situaciones que provocan ansiedad.
Para algunas personas, los medicamentos pueden ser una parte importante del tratamiento. Los fármacos prescritos habitualmente incluyen antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (como Prozac o Zoloft), o los inhibidores duales de la recaptación de serotonina y norepinefrina (como Effexor o Cymbalta). Estos fármacos tardan más en actuar que los ansiolíticos tradicionales, pero también pueden proporcionar un mayor alivio de los síntomas con el tiempo.
Síntomas del trastorno de ansiedad generalizada
- Preocupación persistente y excesiva por varias cosas diferentes durante al menos seis meses
- Fatiga, dificultad para dormir, o inquietud
- Dificultad para concentrarse
- Irritabilidad
- Tensión muscular
- Sentirse tenso o «al límite»
Sólo su médico puede determinar si cumple los criterios del trastorno de ansiedad generalizada. Si cree que puede tener esta enfermedad, no dude en hablar con su médico de atención primaria. Hay muchos tratamientos diferentes que pueden aliviar el malestar muy real de esta condición.
Para obtener más información sobre el diagnóstico y el tratamiento de la ansiedad y las fobias, consulte Coping with Anxiety and Stress Disorders, a Special Health Report from Harvard Medical School.
Image: AaronAmat/Getty Images
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