Comportamiento primitivo
Las gallinas no siempre son amables entre sí. Aprenda a mantener a sus gallinas a salvo y a resolver algunos problemas de la manada con este extracto de The Chicken Keeper’s Problem Solver.
Mantenga un ojo vigilante sobre el estado de las aves a las que les faltan las plumas; estos individuos deben ser aislados a la primera señal de sangre, por su propia seguridad. Foto de Chris Graham.
Los recién llegados a la cría de pollos suelen sorprenderse -y a menudo se escandalizan- al descubrir lo viciosos que pueden ser sus amigos con plumas. Cualquier cosa más pequeña que ellas se considera un objetivo potencial para picar, y no dudarán en volcarse con saña sobre un compañero de manada herido, si se les presenta la oportunidad.
PROBLEMA
Una de mis gallinas ha sido atacada por las demás.
Causa
Las gallinas se sienten atraídas por la visión de la sangre; incluso la gallina más apacible puede convertirse en una atacante frenética en determinadas circunstancias. Es más, los atacantes no tendrán piedad.
SOLUCIÓN
Una pelea ocasional -el tipo de cosas que ocurren cuando las aves establecen el orden jerárquico dentro de su grupo- no es nada de lo que preocuparse; es una parte perfectamente normal de la vida cotidiana en el corral de las gallinas. Sin embargo, las cosas se vuelven más serias si hay sangre de por medio. Un pájaro que se hiere lo suficiente como para romper la piel es probable que sea atacado por el resto de sus compañeros de manada cuando vean la sangre. Se desarrolla una especie de sed de sangre que, si se ignora, puede aumentar rápidamente. Por lo tanto, es vital que los cuidadores permanezcan atentos en todo momento, inspeccionando a las aves a diario para comprobar si hay signos de lesiones y/o hemorragias.
Cualquier ave herida deberá ser retirada del corral principal y aislada por su propia seguridad. Deberán mantenerse separadas del resto hasta que sus heridas hayan sido tratadas y/o curadas de forma natural (dependiendo de su gravedad). También hay que tener en cuenta que el picoteo entre pájaros puede estar motivado por el hacinamiento, el aburrimiento resultante de un entorno pobre y una alimentación inadecuada. Una ración alimenticia de calidad inferior, mal formulada o escasa en proteínas, puede incitar a las aves a buscar sustento en otra parte, lo que pueden hacer picoteando las plumas (que son un 80 por ciento de proteínas), primero en el suelo y luego en los compañeros de bandada. Utiliza siempre un pienso de buena marca y, si es necesario, añade un suplemento dietético adecuado al agua de bebida (tu veterinario o proveedor especializado en aves de corral podrá aconsejarte). Puede ayudar a aliviar el aburrimiento suspendiendo verduras frescas en el corral a la altura de la cabeza de las aves, o dándoles trozos de césped fresco de otra parte del corral para que picoteen y rasquen.
PROBLEMA
Mis gallinas no paran de picotearse las plumas unas a otras.
El picoteo de las plumas puede irse rápidamente de las manos si la piel de la víctima se rompe y empieza a fluir la sangre. Los cuidadores deben estar atentos en todo momento, para poder cortar de raíz los problemas antes de que lleguen a este nivel. Foto de Chris Graham.
Causa
El picoteo de plumas puede ser desencadenado por factores ambientales, como la falta de espacio, un entorno pobre, el confinamiento forzoso y, lo más difícil de tratar de todo, el acoso directo.
Solución
Para tratar eficazmente un problema de picoteo de plumas hay que entender los desencadenantes comunes del mismo. El hacinamiento es uno de ellos, algo que todos los criadores de gallinas deben evitar. Además, recuerde que las gallinas necesitan estimulación en su vida diaria. Las que se mantienen en condiciones de hacinamiento o en corrales sin características desarrollarán problemas, tanto relacionados con la enfermedad como con el comportamiento.
El acoso es un problema que puede ocurrir en cualquier momento, incluso si ha proporcionado a sus gallinas las condiciones ideales para vivir. Algunas aves son simplemente más agresivas que otras, y casi inevitablemente causarán problemas a las que están más abajo en el orden jerárquico. Este tipo de comportamiento dominante se manifiesta a menudo en ataques de picoteo a la cabeza de la víctima. El agresor puede impedir que el ave a la que se dirige se alimente o beba, o que entre en el gallinero para poner o posarse. A veces, estas situaciones se resuelven por sí solas cuando el ave acosada aprende a mantenerse al margen (siempre que haya espacio suficiente para ello). En otros casos, sin embargo, no lo hace y la situación simplemente empeora. Cuando esto ocurre, la única opción práctica es retirar al agresor.
El picoteo también puede convertirse en un problema cuando se introducen nuevos pájaros en una bandada ya existente, lo que inevitablemente altera el orden establecido de las cosas. Introducir a los recién llegados por la noche, en el gallinero, cuando la bandada ya está dormida y asentada, se considera generalmente el mejor enfoque, pero nunca se garantiza una relación fluida. Aunque se puede permitir que las aves restablezcan el orden de picoteo por sí mismas hasta cierto punto, será necesario supervisarlas para garantizar que las peleas iniciales no se agraven.
Estas sugerencias se han extraído de las páginas 200-203 de The Chicken Keeper’s Problem Solver, de Chris Graham. Utilizado con el permiso de Quarry Books.