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Causas de las ilusiones ópticas

Las ilusiones ópticas son causadas por la interesante y compleja estructura de nuestros ojos y del cerebro. Para conocer las causas de las ilusiones ópticas, sigue leyendo…

Anais Nin dice: «No vemos las cosas como son, ¡las vemos como somos!». Esto es un hecho, que se hace evidente en la vida cotidiana. Vemos que diferentes personas tienen diferentes interpretaciones del mismo tema; vemos que diferentes personas piensan de forma diferente y, lo que es más importante, ¡vemos que diferentes personas ven de forma diferente! ¿Le extraña esto? Imagine que el sol sale por el Este y se pone por el Oeste. ¿No parece que ha atravesado el cielo, cuando en realidad no lo ha hecho? Los espejos en una habitación hacen que ésta parezca más grande de lo que es. Esto se debe a la reflexión de la luz que perciben nuestros ojos. El ojo humano es en realidad un maravilloso mecanismo óptico. La luz que incide sobre un objeto se refleja para formar una imagen invertida en la retina del ojo humano. El cerebro interpreta la imagen y percibimos el objeto. En realidad, la ilusión es la única realidad, ya que todo lo que vemos lo consideramos real y no todo lo que vemos es una realidad. Las ilusiones son el resultado de un juicio equivocado o de una visión errónea. El error en la forma de ver las cosas da lugar a las ilusiones ópticas. Lo que importa es la forma en que percibimos las cosas. Es la forma en que nuestros ojos perciben y el cerebro interpreta, lo que afecta a nuestra comprensión de las cosas que nos rodean.

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El intrincado pero interesante diseño del mecanismo óptico de nuestros ojos es una de las causas básicas de las ilusiones ópticas. El ojo humano está construido de tal manera que los dos tipos de células nerviosas, es decir, los conos y los bastones, están colocados de forma distinta en nuestra retina y alrededor de ella. Las células de los conos detectan el color y las células de los bastones detectan los contrastes de poca luz y los dos tipos de células nerviosas convierten conjuntamente la luz en señales neuronales. El nervio óptico lleva las señales al cerebro. En los bordes de la retina hay menos conos y más bastones, mientras que el centro de la retina sólo tiene conos. Por eso, ver las cosas desde el ángulo de los ojos puede resultar engañoso. Para obtener una imagen clara, debemos girar el ojo, ya que las imágenes más nítidas se forman en el centro de la retina.

Una exposición excesiva a patrones alternantes, al brillo, a la inclinación o a un color concreto puede afectar a las percepciones de nuestros ojos. La estimulación continua de regiones específicas del cerebro puede dar lugar a un desequilibrio psicológico, afectando así a las percepciones visuales posteriores. La exposición repetida a un determinado color o a una cierta cantidad de brillo cansa nuestros ojos, por lo que podemos percibir las cosas de forma diferente. Así, el cansancio de los ojos tras una exposición excesiva a un determinado tipo de visual, puede provocar ilusiones ópticas.

Algunos artistas incorporan un efecto ilusorio en sus cuadros. Sus obras conllevan una ambigüedad intencionada sobre lo que se representa en el cuadro. Las distorsiones de tamaño, forma y curvatura pueden afectar a la percepción visual. A veces, objetos que no pueden existir aparecen en ciertos cuadros. En este caso, la habilidad del artista para crear una apariencia ilusoria en sus cuadros influye en la percepción del ojo humano.

Las ilusiones pueden ser causadas por ciertos síndromes médicos como la esquizofrenia. Los afectados por ciertas enfermedades neuropsicológicas pueden experimentar ilusiones en la mayoría de las cosas que ven a su alrededor. Debido a su trastorno cerebral, confunden los objetos; perciben los objetos de forma diferente a como son en realidad. Del mismo modo, los defectos en las lentes provocan ilusiones ópticas. Las aberraciones esféricas o cromáticas o las anomalías como el astigmatismo y la excentricidad pueden dar lugar a ilusiones ópticas. Las ilusiones ópticas como los colores que «avanzan» y «retroceden» son el resultado de las aberraciones cromáticas que surgen de las diferencias en los ángulos de refracción y reflexión de los distintos colores.

Las diferencias en las tonalidades de un color pueden dar profundidad a las superficies planas. El esfuerzo que supone levantar los ojos es mayor que el de girarlos en un plano horizontal. Debido a esta diferencia de esfuerzo, nuestros ojos perciben las distancias verticales como mayores que las horizontales de igual magnitud. Cuando nuestros párpados están casi cerrados, su movimiento hace que los objetos parezcan moverse. La concentración de objetos colocados en una zona concreta del espacio, influye en las percepciones de la distancia y los tamaños de los objetos. Imagina un cubo colocado entre otros cubos de mayor tamaño y un cubo idéntico colocado entre cubos de tamaño relativamente menor. El primero parecerá más pequeño que el segundo, aunque ambos cubos sean de idéntico tamaño.

Después de todo, no siempre sabemos lo que vemos, pero tendemos a ver lo que conocemos. Brevemente, el comportamiento de la luz, la percepción de la luz por los ojos y su interpretación por el cerebro son las principales causas de las ilusiones ópticas.