BBC EN ESTE DÍA | 3 | 1960: Macmillan habla de ‘viento de cambio’ en África
El Primer Ministro, Harold Macmillan, ha tenido una recepción helada por parte de los políticos de Sudáfrica tras hablar con franqueza contra el sistema de apartheid del país.
En un discurso ante los diputados en las Cámaras del Parlamento en Ciudad del Cabo, el Sr. Macmillan habló del «viento de cambio» que sopla en el continente africano, ya que cada vez más poblaciones negras mayoritarias en las colonias reclaman el derecho a gobernarse a sí mismas.
«Nos guste o no», dijo, «este crecimiento de la conciencia nacional es un hecho político».
El objetivo del gobierno, dijo, era «crear una sociedad que respete los derechos de los individuos – una sociedad en la que el mérito individual, y sólo el mérito individual, sea el criterio para el avance de un hombre, ya sea político o económico.»
El Primer Ministro sudafricano, Dr. Verwoerd
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Los políticos del Partido Nacionalista le escucharon en silencio, y algunos se negaron a aplaudir cuando terminó.
El Dr. Verwoerd, primer ministro sudafricano y arquitecto del sistema de apartheid, agradeció al Sr. Macmillan su discurso, pero dijo que no podía estar de acuerdo.
«Somos el pueblo que trajo la civilización a África», dijo. «Hacer justicia en África significa no sólo ser justo con el hombre negro de África, sino también con el hombre blanco de África».
El discurso del Sr. Macmillan es la primera vez que una alta figura internacional da voz a la creciente protesta contra las leyes de estricta segregación racial de Sudáfrica.
El discurso era muy esperado en todo el país, pues el Sr. Macmillan ya había dicho que aprovecharía la ocasión para decir lo que pensaba sobre la situación en Sudáfrica.
Incluso así, el carácter llano del discurso tomó a muchos en Ciudad del Cabo por sorpresa.
El Sr. Macmillan se encuentra en Sudáfrica al final de una gira de un mes por el continente africano, en la que ha recorrido unas 17.000 millas.
Su visita siempre fue controvertida, y muchos le acusaron de dar credibilidad al Partido Nacionalista al permitirse ser un invitado del gobierno sudafricano.
Es probable que su discurso de hoy ponga fin a esas críticas.
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