Coordinamos nuestros propios proyectos de investigación así como contribuimos con nuestros datos a otros conjuntos de datos de larga duración, incluyendo los catálogos de ballenas jorobadas del Golfo de Maine y del Atlántico Norte.

La investigación de identificación fotográfica no invasiva nos permite identificar a los individuos y a sus familias, controlar su salud, seguir sus migraciones y estimar el tamaño global de la población. La investigación sobre esta población indica que alrededor del 70% de las crías regresan a la zona de alimentación del Golfo de Maine donde sus madres las trajeron por primera vez, lo que indica que este es un hábitat importante para las ballenas de todas las edades. Sabemos que estas ballenas migran desde el Golfo de Maine hasta sus zonas de cría en las Indias Occidentales, enfrentándose a múltiples amenazas a lo largo del camino.

Las ballenas jorobadas del Golfo de Maine fueron retiradas de la Lista de Especies en Peligro de Estados Unidos en 2016, pero es evidente que existe un impacto negativo acumulativo para ellas (y para todas las especies de ballenas) por el uso que el ser humano hace del océano. Muchas mueren o resultan heridas por colisiones con embarcaciones y por enredarse en las artes de pesca cada año. El ruido del océano las perturba a diario. Tienen que capturar su comida mientras intentan no ingerir residuos marinos peligrosos que pueden bloquear su tracto digestivo.