Comprométase con la iglesia, no con el pastor

Creo que es realmente importante que no hagamos que la iglesia se centre sólo en el pastor principal y en la predicación. Puede ser realmente insalubre construir una iglesia alrededor de una personalidad o de un pastor famoso, porque ¿qué pasa si no te gusta este pastor, y te vas a otra iglesia en busca de un pastor mejor y entonces empiezas a estar en desacuerdo con él o te vas de esa iglesia? Si el pastor es lo único que te une a una iglesia, tu compromiso se convierte en algo muy inestable. Los pastores principales van y vienen, y no deberían ser el punto central de una iglesia saludable.

Dicho esto, si usted tiene desacuerdos con su pastor, creo que es saludable abordarlos de alguna manera, y no sólo dejar que se enconen. Demasiadas personas se sientan en los bancos y constantemente tienen pensamientos y quejas sobre su pastor que sólo discuten con sus amigos. Eso no es saludable.

Los pastores principales van y vienen, y no deberían ser el punto central de una iglesia saludable.

Cuando es correcto hablar

Si esa es su situación, yo me preguntaría primero de qué tratan realmente sus quejas. ¿Son quejas superficiales y tontas? No te gusta el tipo de vaqueros que lleva el pastor? Eso es algo que tienes que solucionar.

Pero, si son problemas de fondo como pensar que el pastor es errante en su teología o hace habitualmente cosas que no son útiles, entonces creo que deberías encontrar una forma constructiva de plantear esas cuestiones.

Incómodo

Brett McCracken

Incómodo hace un caso convincente de que seguir a Jesús nos llama a abrazar los aspectos más difíciles del cristianismo en el contexto de la iglesia local.

No seas ese tipo que siempre se acerca al pastor justo después del sermón con una queja o una crítica. Pero, creo que hay un lugar para traer sus preocupaciones ante el liderazgo. Aborda tus problemas en lugar de abandonar la iglesia, porque muchos pastores humildes están abiertos a escuchar lo que piensan los feligreses. La retroalimentación útil puede ayudar a los pastores a crecer – puede ser algo bueno.

Si a usted le disgusta fundamentalmente la personalidad del pastor o un aspecto de él que no va a cambiar, debería considerar ir a otra iglesia porque no quiere estar en un lugar donde está crónicamente enojado y frustrado por la predicación cada semana. Pero, sólo en raras circunstancias debería recurrir a renunciar a la iglesia por completo y marcharse.

Brett McCracken es un editor senior de la Coalición del Evangelio y el autor de Uncomfortable; Hipster Christianity; y Gray Matters. Vive con su familia en el sur de California, donde sirve como anciano en la Iglesia Southlands.