Articles

Afrodita

Afrodita, la diosa del amor. (www.google.com)

Todo el mundo sabe que el amor es uno de los aspectos más importantes en nuestra vida. La palabra amor la utilizamos desde que aprendimos a hablar. La primera frase que una madre suele enseñar a sus hijos es: te quiero, mamá, o te quiero, papá. No estoy muy seguro de cuál es el significado exacto del amor. Todo lo que sé es que el amor es una especie de sentimiento que nos reconforta como humanos.

En la antigua mitología griega, Afrodita es la diosa del amor. Según los recursos que conseguí, ella nació cuando Urano (el padre de los dioses) fue castrado por su hijo Cronos. Cronos arrojó los genitales cortados al océano, que comenzó a hacer espuma alrededor de ellos. Del afros («espuma del mar»), apareció Afrodita, y el mar la llevó a Chipre o Citera. Por ello, a menudo se la conoce como Kypris y Citera. Homero la llama hija de Zeus y Dione. Afrodita nació con un don espectacular, tenía un rostro muy hermoso con una piel blanca y suave. Por eso, muchos otros dioses se enamoraron de Afrodita.

Zeus tenía miedo de que los otros dioses se pelearan entre sí para conseguir la atención de Afrodita. Así que Zeus casó a Afrodita con el dios herrero, Hefesto. Hefesto se sintió muy afortunado. No podía creer que Afrodita fuera su esposa. Usó sus habilidades de herrero para hacer fabulosas joyas para Afrodita. Pero Hefesto fue imprudente. Puso magia en su trabajo. Con esas joyas mágicas que llevaba Afrodita, nadie podía resistirse a ella. Afrodita se dio cuenta de que era demasiado hermosa para pertenecer a un dios herrero muy trabajador.

Afrodita fue amada por muchos dioses y mortales. Tuvo muchos hijos, como Eros, Anteros, Himeneo y Eneas (con su amante troyano Anquises).

Elijo a Afrodita como mi héroe porque me interesa la mitología griega, especialmente Afrodita. La adoro mucho. Ella me inspira a creer en la magia del amor y para mí, ha demostrado el poder que ningún hombre puede tener sobre ella. Ella demuestra que el poder no es sólo la fuerza, sino también la belleza.