Tomar las decisiones correctas en la tienda de comestibles tanto para usted como para su familia puede ser a menudo una tarea desalentadora. Hay tantos productos entre los que elegir que todos parecen hacer lo mismo: alimentarle.

Sin embargo, la gran mayoría de los productos de su tienda de comestibles suelen estar asociados a una serie de diferentes costes ocultos. En Nature’s Path creemos en el poder de los productos orgánicos y hemos recopilado una lista de razones por las que creemos que los productos orgánicos le ayudarán en su camino para ser más feliz y saludable.

1. Los orgánicos mantienen los OGMs fuera de nuestros alimentos

No sólo la certificación orgánica asegura que no hay químicos dañinos en nuestros alimentos, también garantiza que no son OGMs. Entre otras cosas, los OGM suelen estar diseñados para ser utilizados junto con un único producto químico nocivo, como el Round Up o el Agente Naranja. Por lo tanto, comprar productos orgánicos es tomar una posición en contra de las grandes corporaciones productoras de productos químicos que han contaminado los alimentos y los campos del mundo.

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2. La agricultura orgánica mantiene la salud del suelo

Así como sus elecciones en la tienda de comestibles dictan su salud, también dictan la salud de la tierra. Los alimentos no ecológicos se rocían con productos químicos extremadamente tóxicos que matan todo lo que no sea el propio cultivo. Esto incluye los organismos vivos que una planta necesita para crecer y hacer que el suelo sea rico en nutrientes. Una vez que esos organismos son eliminados, son reemplazados por fertilizantes sintéticos hechos de… lo has adivinado, más productos químicos tóxicos.

3. Los orgánicos no inhiben el crecimiento de las supercepas (¡explicación más abajo!)

La naturaleza siempre se adapta. Pulverizar productos químicos para matar bichos sólo hace que crezcan, que se adapten para superar las horribles toxinas que usamos para matarlos. Siempre habrá algo que se coma la planta, y seguirá creciendo y adaptándose hasta que ya no tengamos control sobre ella. Las toxinas que utilizamos acabarán siendo ineficaces y las plantas y las plagas serán mucho más dañinas.

4. La agricultura ecológica apoya a los polinizadores

Los herbicidas y los pesticidas no diferencian entre bichos buenos y malos, simplemente los mata a todos. Para que haya vida en la Tierra necesitamos mantener un cierto nivel de biodiversidad; esto incluye desde los mamíferos más grandes hasta los insectos más diminutos. La agricultura ecológica practica técnicas de cultivo saludables que pretenden mantener ese nivel necesario de biodiversidad.

5. Los productos ecológicos apoyan un estilo de vida agrícola más saludable y una comunidad más sana

El cultivo de alimentos ecológicos no perjudica a la comunidad circundante en la que se cultivan. A diferencia de las prácticas no orgánicas, los productos orgánicos mantienen las toxinas fuera del aire, del agua potable y del suelo. Los agricultores no están expuestos a herbicidas y pesticidas todo el día; y si los alimentos se compran en el mercado donde se cultivan, se reducen los costes de transporte y las emisiones.

6. Los alimentos ecológicos suelen ser más ricos en nutrientes

Los alimentos ecológicos obtienen sus nutrientes directamente de la tierra sana, rica y orgánica. Si la tierra es sana, no deberían ser necesarios los fertilizantes. Los cultivos no orgánicos obtienen sus nutrientes de fertilizantes sintéticos fabricados a partir de combustibles fósiles. Años de no reponer el suelo con materia orgánica obliga a los agricultores a añadir fertilizantes sintéticos. Esto da lugar a cultivos deficientes en nutrientes que se cultivan a partir de lo mismo que sirve de combustible a nuestros coches. Dejaremos que usted decida por sí mismo.

7. Los cultivos orgánicos no suelen ser monocultivos

La plantación de un solo cultivo en una gran superficie (también conocido como monocultivo) hace que ese cultivo sea extremadamente vulnerable a ser eliminado por una sola enfermedad o insecto. Los agricultores se ven obligados a rociar productos químicos que matan absolutamente todo lo que no sea el propio cultivo. Como resultado, ese cultivo está cargado de productos químicos que los humanos no deberían ingerir. Tener muchas plantas diferentes atrae a muchos bichos diferentes, todos los cuales acaban trabajando en armonía para promover plantas sanas y una tierra sana. (Lee las lecciones de la hambruna de la patata irlandesa.)

8. Los alimentos ecológicos suelen ser más sabrosos

Así como la carne de un animal estresado no es tan sabrosa y tierna como la de un animal relajado (por lo que hemos oído – ¡en realidad somos vegetarianos!), el sabor de un cultivo estresado no será tan bueno como el de un cultivo cultivado con tranquilidad. Una planta que tiene que cavar más profundo para encontrar los nutrientes que necesita está estresada y no puede dedicar esa energía al crecimiento de sus frutos.

9. Mantiene los pesticidas y herbicidas dañinos fuera de nuestro hermoso océano

Todo acaba en el océano. Ya sea que los productos químicos se filtren a través del suelo a los acuíferos que se encuentran debajo; que sean arrastrados por el viento a los ríos y lagos cercanos; o que simplemente se escurran hacia el océano después de la lluvia. Las toxinas rociadas en nuestros alimentos están hechas para matar, y lo harán sin importar dónde estén.

10. Los productos orgánicos no cuestan millones de dólares a los contribuyentes

La agricultura no es en absoluto un trabajo fácil. El trabajo es duro y la recompensa puede ser pequeña. Para mantener la práctica de la agricultura no ecológica, extremadamente cara y a gran escala, es necesario repartir millones de dólares de los contribuyentes en subvenciones. Además, hay que hacer frente a los impactos de las prácticas no orgánicas… Hay unos cuantos millones más en limpieza, restauración y salud pública. Millones (tal vez miles de millones) de dólares de los contribuyentes se destinan a hacer un gran lío, y luego a hacer un trabajo muy cuestionable de limpieza. ¿Bandera roja? Nosotros decimos que sí.

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